Soldados rusos ya no hacen garabatos en los muros del castillo de Bezdez

El castillo de Bezdez

El castillo de Bezdez, situado al norte de la República Checa, es un lugar de muy mal acceso y quizás por ello se ha conservado hasta la actualidad su aspecto medieval. A medida que se vayan acercando al Bezdez, podrán divisar desde lejos su característica silueta con dos torres que se alzan majestuosamente sobre una empinada cima. Al castillo pueden subir sólo a pie, trepando una media hora cuesta arriba, pero vale la pena hacerlo.

El castillo de Bezdez
El aspecto romántico del castillo de Bezdez siempre inspiró a la imaginación de la gente, así que existen numerosas leyendas sobre ese lugar.

El castillo se alza en una cima, y justo a su lado, se encuentra otra cima más baja. Los expertos les dirían que las dos cimas son dos volcanes apagados de fonolita. Pero el espíritu romántico de ese lugar les hará creer que ambos cerros son más bien el resultado de una competición disputada entre un molinero y el diablo.

Dicen que el diablo quiso llevarse al molinero al infierno, pero éste le propuso una apuesta: "Si amontono durante una noche una cima más grande que tú", desafió el molinero al diablo, "¿me dejarás en paz?".

Al diablo le pareció una buena idea para divertirse un poco, pensando que no podría perder.

El castillo de Bezdez
"Escapé del trueno y di en el relámpago", se desesperaba el molinero, sabiendo que no tenía más fuerza que el diablo.

"Yo te ayudaré, si te casas conmigo", escuchó de repente el molinero a su espalda, dio la vuelta y vio a una vieja arrugada apoyada de un bastón portando un delantal en la mano. "Con este delantal puedes cargar más tierra que el diablo", agregó la vieja y el molinero al final consintió con la boda.

Y como suele pasar en los cuentos, el molinero amontonó una cima más grande que el diablo, salvó su vida, pasó a ser un hombre honrado y resultó que la vieja era una hermosa doncella encantada por un brujo y el molinero la salvó al casarse con ella.

El castillo de Bezdez fue construido de fonolita extraída de las dos cimas, según indicó uno de los guías del castillo, Jan Herzík.

El castillo de Bezdez
"Lo constructores colocaron primero una fila de piedras, encima pusieron una capa de la arena fina del río y de la caliza molida, cubriéndola otra vez con piedras, etc. Después echaron agua al muro, con lo que se produjo argamasa. Los detalles arquitectónicos fueron hechos de piedra arenisca. Es admirable lo que la gente fue capaz de construir no disponiendo ni siquiera de grúas o aplanadoras".

A diferencia de otros castillos checos, en Bezdez no hay ningún mobiliario, pero el visitante puede apreciar los espléndidos detalles arquitectónicos, como por ejemplo, las figuras de la fauna y la flora en las consolas. Cada detalle es original, no se repite ninguno.

Las dos altas torres del castillo servían sobre todo como refugio ante los eventuales atacantes; una se llama la Torre Magna y la otra, la Torre del Diablo.

El castillo de Bezdez
"En la Torre del Diablo están dormidos los demonios que de vez en cuando se despiertan y arrojan dinero al camino de abajo. Al que recoja el dinero, los demonios se lo llevan al infierno", apuntó el guía.

Dicen que existe una vía de comunicación subterránea que une el castillo con la cercana aldea de Belá pod Bezdezem.

No obstante, el guía Jan Herzík se mostró escéptico en cuanto a esa leyenda.

"Con perdón, eso es un disparate, la cera es de fonolita, que es tan duro, que incluso hoy día sería muy difícil construir aquí un corredor subterráneo".

Dejemos ahora de lado los mitos y hablemos de los hechos históricamente comprobados. El castillo de Bezdez fue edificado en los años 60 del siglo 13 por el rey checo, Premysl Otakar II. La construcción duró unos 13 años.

El castillo de Bezdez
El soberano, conocido como el 'rey de hierro y oro', no llegó a ver el edificio terminado, ya que murió en 1278, cayendo en la batalla de Campo Moravo, poco antes de que la obra fuera finalizada.

Posteriormente, Bezdez se convirtió en la prisión de la esposa del 'rey de hierro y oro', Kunhuta, y de su hijo, Venceslao I. El alevoso tutor del futuro rey, Ota Braniborský, los secuestró manteniéndolos presos en el castillo. El heredero del trono, Venceslao I, fue rescatado de su poder tan sólo después de unos cuatro largos años.

El castillo fue asediado con frecuencia. En el siglo XV, Zikmund de Luxemburgo, sitió con su ejército por nueve meses el fortín. Al final, cautivó al entonces dueño del castillo, Prokop, por artimaña tras haberlo hecho salir de su refugio bajo el pretexto de dar treguas.

En el siglo XVII, durante la Guerra de los Treinta Años, Bezdez fue sitiado por el ejército de Baviera. Y, a finales de esa guerra, lo suecos conquistaron el castillo.

Terminada la Guerra de los Treinta Años, en 1648, sólo ermitaños habitaron el castillo.

En la segunda mitad del siglo XVII, el castillo dejó de servir como residencia y se convirtió en un claustro. En 1666, Fernando III encomendó el claustro a los benedictinos de Montserrat, que llegaron desde España. Los españoles trajeron la milagrosa estatuilla de la Virgen María, es decir, de la Madona Negra de Montserrat, y desde aquél entonces el castillo se convirtió en un renombrado lugar de peregrinación.

Un siglo más tarde aproximadamente, José II disolvió el claustro de Bezdez. Los benedictinos se marcharon y el castillo lo ocuparon buscadores de oro ansiosos de encontrar allí un tesoro...

Pero no encontraron nada y sólo deshonraron la bóveda del claustro, excavando los restos de los 20 monjes sepultados en ese lugar.

Karel Hynek Mácha
El paisaje de la localidad de Bezdez, donde hay varias ruinas de castillos, así como profundos bosques y barrancos, encantó al mayor poeta de la época del romanticismo checo, Karel Hynek Mácha.

Mácha se inspiró en ese lugar para escribir muchas de sus obras, según indicó la directora de la biblioteca de la cercana ciudad de Doksy, Renata Mauserová.

"Por ejemplo, en 1833, Mácha pasó una noche en el castillo de Bezdez donde se encontró con una mujer que portaba un ataúd pequeño con su hijo fallecido. La mujer rezaba en el antiguo claustro por el alma de su hijo y Mácha escribió sobre este encuentro posteriormente un cuento titulado 'La noche en Bezdez'".

Desde la invasión rusa en Checoslovaquia en 1968, un sector militar del Ejército Rojo fue fundado debajo del castillo. Para hacer frente al eventual espionaje, los rusos incluso ordenaron cerrar la Torre Magna, indicó el alcalde de la aldea de Bezdez, Vladimír Kurátko.

"La gente aquí se acostumbró a no poder pegar un ojo en toda la noche, si los rusos practicaban el tiro de instrucción nocturno. La carretera fue vigilada y fue prohibido entrar en los bosques. Cerca de aquí se encontraba un campo de maniobras de tanques y un aeropuerto militar y los rusos prohibieron el paso a la torre, porque desde allí todo ese terreno se veía perfectamente".

Al amparo de la noche, los soldados rusos visitaban a hurtadillas el castillo próximo. En 1990, el Ejército Rojo se retiró de la República Checa, pero aún hoy día se ven en los muros del castillo grabaciones en cirílico que dicen: Moscú 2000 km, etc.

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