La industria checa necesita urgentemente de miles de trabajadores. A raíz
de la falta de obreros nacionales, las empresas quieren emplear a
extranjeros, en especial a ucranianos. No obstante, los trámites
necesarios los obstaculizan las Oficinas de Trabajo, hecho criticado en el
reciente Congreso de la Unión de Industria y Transportes.