A diferencia de los recientes ataques terroristas contra Washington y Nueva
York, la represalia de Estados Unidos y Gran Bretana iniciada el domingo
contra las bases del Talibán en Afganistán, no ocasionó un terremoto en los
mercados mundiales ni un brusco descenso de las bolsas. Pese a ello, los
círculos financieros están en alerta, ya que la amenaza de un posible
conflicto bélico siempre influye negativamente sobre la estabilidad
económica.