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Desde principios de este año, la corona checa está batiendo un récord tras otro. Su alta cotización alegra a los consumidores, ya que abarata los artículos, pero preocupa cada vez más a las empresas porque hace más dura la competencia en el mercado. Los más perjudicados son, no obstante, los exportadores.

Los exportadores checos venden cada vez más, pero sus ganancias son menores. El problema radica en que la corona checa sigue fortaleciendo en detrimento de las exportaciones.

TONAK es el mayor fabricante de sombreros y coberturas de cabeza en la República Checa. Sus colecciones de invierno y de verano marcan las tendencias de moda en toda Europa Central. El noventa por ciento de sus productos se exporta, entre otros países, a Argentina y Venezuela.

Los expertos recomiendan a los turistas checos comprar dólares para sus vacaciones de verano, ya que la moneda nacional superó el récord de cotización de 1999.

Comprar una casa o un apartamento en la República Checa sigue siendo tan difícil como en la era del comunismo profundo, pero ahora por razones muy diferentes.

Las empresas checas se preparan intensamente para el ingreso del país en la Unión Europea. Una de las condiciones será ajustar el proceso de producción a las normas comunitarias. Los productores que no sean capaces de cumplir con los requisitos de la Unión Europea, se verán obligados a poner fin a sus actividades en 2003. Una de las empresas que no teme al futuro es Váhala y Cía., en Hustopece nad Becvou, Moravia del Norte, uno de los principales fabricantes de productos cárnicos del país. A través de la historia y el presente de la compañía,

La República Checa ocupó el año pasado el primer lugar en Europa en el ahorro de vivienda. A principios del año en curso, uno de cada dos ciudadanos checo tenía una cuenta en una de las seis cajas de ahorro de vivienda que existen en el país.

El continuo reforzamiento de la moneda nacional contribuye al crecimiento del nivel de la vida en la República Checa. Según los analistas se trata de un proceso a largo plazo que tiene implicaciones tanto positivas como negativas.

Colombia es uno de los grandes compradores de armas de producción checa. El volumen de compras convierte al país sudamericano en el quinto cliente mundial de la República Checa.

Aunque los extranjeros no pueden comprar tierra agrícola en la República Checa por ley, crece el número de los agricultores comunitarios que la labran, disfrutando además de dotaciones de la Unión Europea. Los agricultores checos están alarmados y exigen al Gobierno poner coto a este fenómeno.