El sector metalúrgico está sufriendo una reducción desde hace unos
años, según muestran los datos estadísticos al respecto. En 2015, las
cifras descendieron un 5,4 por ciento, equivalente a 3.000 millones de
euros. A pesar de estos datos, los metalúrgicos incrementaron en un uno
por cierto los beneficios el año pasado (103 millones de euros), esperando
hacerse con el control de su futuro.