El primer ministro de Austria, Wolfgang Schussel, volvió a referirse este
domingo a la necesidad de poner punto final a los Decretos de Benes, por
medio de una declaración conjunta de los Gobiernos y Parlamentos de Austria
y de la República Checa. Schussel sostuvo que Viena busca la reconciliación
y que en ningún momento tratará de condicionar el ingreso de la República
Checa en la Unión Europea. Por su parte, el presidente de la Cámara de
diputados checa, Václav Klaus, aseguró, en declaraciones a una revista
austríaca, que Praga rechaza las exigencias del radical Partido de los
Libres, que plantea nuevas negociaciones sobre la Central nuclear checa de
Temelín y la eliminación de los Decretos de Benes. Después de la Segunda
Guerra Mundial, el presidente checoslovaco firmó, en concordancia con la
política de las fuerzas aliadas, unos decretos que ordenaban la confiscación
de propiedades y transferencia de los sudetoalemanes de los territorios de
la hoy extinta Checoslovaquia.