En una conversación telefónica con su homólogo checo, Václav Havel, el
presidente austríaco, Thomas
Klestil, expresó indignación por las afirmaciones del primer ministro
checo, Milos Zeman. En una entrevista para
la revista austríaca Profil, Zeman criticó al ex-líder del ultraderechista
Partido de los Libres y gobernador de Carintia, Jörg Haider, así como la
campaña "Veto contra Temelín", promovida por ese partido austríaco. Václav
Havel afirmó que el diálogo entre Praga y Viena debería librarse
de emociones y convertirse en un debate concreto. Havel recordó que el
acuerdo de Bruselas había concluido a finales del año pasado las
discordias checo- austríacas sobre la seguridad de la central de
Temelín, posibilitando cerrar a Praga el capítulo "energética" con
la Unión Europea.