El caso de Karel Srba es un escándalo de toda la Socialdemocracia, sostiene
el opositor Partido Cívico Democrático. La responsabilidad política por los
preparativos de la liquidación física de la reportera checa recae no sólo en
el ex ministro de Relaciones Exteriores, Jan Kavan, quien nombró a Srba su
secretario general, sino también en el titular de Defensa, Jaroslav Tvrdík,
bajo cuya competencia está el contraespionaje militar checo del que Srba fue
agente hasta su detención. Parte de responsabilidad política la tiene
también, según el Partido Cívico Democrático, el actual Primer ministro
checo, Vladimír Spidla, que en el gobierno anterior fue responsable por las
actividades de los servicios secretos.