La Cámara Baja no aprobó este viernes la reforma del sistema tributario
elaborada por el Gobierno. La reforma propuso, entre otras medidas, aumentar
los impuestos al consumidor, el impuesto al valor añadido, así como una
mayor imposición a los más ricos. De haber sido aprobada, la reforma
aportaría a las arcas estatales hasta 2004 800 millones de euros para
reparar los daños causados en el país por las recientes inundaciones.
La coalición gubernamental, integrada por los socialdemócratas, el
democristiano Partido Popular y la Unión de la Libertad, careció de un sólo
voto para aprobar dicha reforma. Sobre su rechazo decidió Hana Marvanová,
diputada de la Unión de la Libertad que como la única representante de la
coalición gubernamental votó en contra de la reforma.
El Primer ministro, Vladimír Spidla, señaló que el rechazo de la reforma por
la Cámara de diputados no desembocará en la caída de su Gobierno. Calificó,
no obstante, la votación de Hana Marvanová de la violación del pacto de
coalición y convocó una reunión de representantes de la coalición
gubernamental. Según confirmó el vicepresidente del democristiano Partido
Popular, Milan Simonovský, a la Agencia de Noticias Checa, CTK, el premier
Spidla ofreció a su partido la formación de un gobierno minoritario.
En la próxima sesión de la Cámara Baja, el ministro de Finanzas, Bohuslav
Sobotka, presentará la misma reforma del sistema tributario, aunque con
leves modificaciones. "Se trata de una reforma que podría ayudar a las
víctimas de las inundaciones y por ello no puedo resignar a ella por un sólo
voto en su contra", subrayó Sobotka.