En las regiones de Bohemia Occidental y del Sur la situación se normaliza
paulatinamente. El nivel de las aguas, no obstante, desciende lentamente y
la mayoría de las ciudades y aldeas de estas regiones siguen sin
electricidad. Ciertos problemas se registran igualmente en el sistema de
abastecimiento de alimentos. En Pilsen, capital de Bohemia Occidental, poco
a poco va descendiendo el nivel de las aguas y por la ciudad volvieron a
circular autobuses. Los tranvías y trolebuses, no obstante, siguen fuera de
funcionamiento, ya que varias de las zonas de la ciudad continúan sin
electricidad. Se restablece también la circulación de automóviles aunque,
según últimas informaciones de Pilsen, las limitaciones en las carreteras y
calles de la ciudad ocasionadas por las inundaciones, tienen como resultado
la formación de largas colas de autos.