Noticias | Todos artículos

El Papa Juan Pablo II envió a la República Checa treinta mil euros como ayuda para paliar los daños de las inundaciones. La suma está destinada para la Cáritas Católica Checa, una de las organizaciones que ayudan a superar los estragos en las zonas afectadas. El Papa aseguró que en sus oraciones estaba con los damnificados de la Europa Central y Asia. Apreció también la mutua solidaridad entre las naciones afectadas por las riadas.

Aproximadamente un millón y medio de alumnos y estudiantes pasaron este lunes en escuela el primer día del nuevo año escolar. Sin embargo, en varias localidades de la República Checa, afectadas por las recientes inundaciones, se postergará la inauguración del año escolar de hasta un mes. Muchas escuelas han preparado un programa especial para escolares del primer grado: en la ciudad de Valasské Mezirící se llevaron a casa, además de obsequios de sus condiscípulos mayores, también una llave simbólica de su primera escuela. Las escuelas de la ciudad de Olomouc iniciaron el año con la plantación de árboles, y las escuelas eclesiásticas, con la misa.

El presidente de la República, Václav Havel, y su esposa Dagmar, visitaron este lunes varias aldeas del sur y el oeste de Bohemia afectadas por las riadas. Los gobernadores de las regiones les informaron de las dimensiones de los daños, el mandatario checo se interesó también por el funcionamiento del sistema integrado de emergencia. En Metly, Svihov y Predmír, los pueblos casi arrasados por la crecida, Havel entregó desinfectantes, guantes de goma y otros útiles.

El Banco Europeo de Inversión podría prestar a la República Checa hasta mil millones de euros, declaró este lunes en Praga el ministro de Transporte checo, Milan Simonovský, tras deliberar con el vicepresidente del Banco, Wolfgang Roth. Roth precisó que por el momento, el Banco considera un préstamo de quinientos millones de euros, con un interés del 4, 9 por ciento y un vencimiento de treinta años. Entre las prioridades será según Roth la renovación de la infraestructura de transporte y de depuradoras de aguas residuales.

El Ministerio de Finanzas checo terminará en pocas semanas las deliberaciones con el Banco Europeo de Inversión acerca de un préstamo de 200 millones de euros para la superación de los estragos de las recientes inundaciones. Así lo dijo este domingo el Primer ministro, Vladimír Spidla, subrayando que se trata de un préstamo muy ventajoso tomando en consideración sus intereses y el calendario del pago.

En las regiones meridionales de Ceský Krumlov y Ceské Budejovice, los afluentes del río Vltava inundaron casas y carreteras de decenas de aldeas. "Las aguas alcanzaron el mismo caudal que durante las inundaciones devastadoras de hace quince días, con excepción del río Vltava, lo que nos salvó de otra catástrofe", afirmó Josef Ríha, oficial de bomberos de la ciudad de Ceský Krumlov. En el sur de Bohemia hubo precipitaciones de hasta cien milímetros. Según las últimas informaciones, dejó de llover y la situación se ha estabilizado.

También en la región norteña de Trutnov se desbordaron los ríos y arroyos. El caudal del río Úpa creció en una hora dos metros e inundó varios edificios en la ciudad de Trutnov y en la aldea de Horní Marsov. Los ríos ya empiezan a bajar y, al igual que en el sur de Bohemia, los bomberos proceden al bombeo del agua de los sótanos y carreteras.

Unos 300 voluntarios han sustituido este fin de semana a los soldados en la limpieza de Karlín, el barrio capitalino más afectado por las recientes riadas. La mayoría de los voluntarios fue enviada por la organización humanitaria Adra. Ayudan a limpiar los sótanos y las calles. Los soldados regresarán a Karlín el lunes. Durante las inundaciones, el agua alcanzó en el barrio casi tres metros de altura, los daños se calculan en unos 600 millones de coronas, 20 millones de euros, lo que representa casi el presupuesto anual del barrio. La estática de muchos edificios está alterada, tres de ellos ya se han derrumbado.

En la planta química Spolana, al norte de Praga, terminó este sábado el bombeo de cloro de los depósitos dañados durante las inundaciones y su transformación en el inocuo hipoclorito de sodio. Así, en la planta, de la que durante las riadas se escaparon toneladas de cloro, fue cancelado el segundo grado de alarma química y se procede a la subsanación de las instalaciones.

En cinco regiones checas afectadas recientemente por las inundaciones termina este sábado el estado de emergencia declarado hace 19 días por el Primer ministro, Vladimír Spidla. Los gobernadores de dichas regiones afirman que el estado de emergencia ayudó durante la evacuación y la limpieza de las calles, así como a destacar a los hombres que cumplen el servicio civil en labores de subsanación de los estragos. En las regiones norteñas de Decín y Litomerice y también en algunos barrios de la capital checa, el estado de emergencia será sustituido por el estado de peligro. Se trata de las regiones que siguen afrontando considerables problemas con la superación de los daños.

En Karlín, el barrio capitalino más afectado por las inundaciones, fueron dañados seriamente unos 1100 edificios que requieren controles regulares de especialistas en estática. En las carreteras y aceras continúan apareciendo socavones. "La situación no mejora, sino más bien empeora", señaló el alcalde de Karlín, Josef Nosek. En el barrio se han derrumbado hasta el presente tres edificios.