Los sudetoalemantes y húngaros expulsados de Checoslovaquia tras la
Segunda Guerra Mundial sufrieron "una gran injusticia", reiteró el
presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, a los participantes en la
reunión sudetoalemana, celebrada en Augsburgo, Alemania. Cox aseguró a
los sudetoalemanes que la Unión Europea no se olvidó de su sufrimiento
al preparar la adhesión de la República Checa. El primer ministro de
Baviera, Edmund Stoiber, sigue considerando como su tarea primordial la
anulación de los Decretos de Benes, que posibilitaron la expulsión de
los sudetoalemanes y húngaros de Checoslovaquia. El ingreso de la
República Checa en la Unión Europea no significa poner punto final a
las exigencias de los sudetoalemanes, declaró Stoiber.