El presidente de la República Checa, Václav Klaus, rindió homenaje este
domingo a las víctimas del nazismo, en un acto celebrado en el
Cementerio Nacional de Terezín. Václav Klaus subrayó que especialmente
la joven generación no debería olvidar ese triste capítulo de la
historia que fue la Segunda Guerra Mundial y la ocupación de
Checoslovaquia por los nazis, para que nunca más vuelva a repetirse
algo semejante. "Los jóvenes deben tener presente que por la democracia
y la libertad hubo que luchar y que esa lucha costó muchas vidas",
destacó Klaus. Durante la Segunda Guerra Mundial, en el gheto judío y
en la cárcel de la Gestapo en Terezín, así como en el campo de
concentración nazi en la cercana ciudad de Litomerice, fueron
internados más de 200 mil presos, entre ellos checos, eslovacos,
polacos, austríacos, franceses, italianos y ciudadanos de otras
nacionalidades. Uno de cada cinco prisioneros fallecieron en Terezín,
otras más de cien mil personas fueron asesinadas más tarde en los
campos de exterminio, a los que fueron deportadas de Terezín. En 1946
fue creado en Terezín el Cementerio Nacional, en homenaje a las
víctimas de los nazis.