La República Checa conmemoró este domingo el legado del reformador
religioso checo, Juan Hus, condenado en 1415 por el concilio de Constanza
a muerte en la hoguera. Con este motivo el patriarca de la Iglesia Husita
Checoslovaca, Jan Schwarz, celebró una misa ecuménica solemne en la
Capilla de Belén, en Praga, lugar en el que hace seis siglos Juan Hus
predicaba a los praguenses. A la misa asistió el presidente de la
República, Václav Klaus, quien declaró que el sacrificio de Juan Hus pasó
a ser el gesto moral más llamativo en la historia checa.
El Vaticano cambió sustancialmente su postura hacia Juan Hus en 1999 al
conluirse el simposio internacional de Roma sobre Hus. El Papa Juan Pablo
II expresó entonces por primera vez arrepentimiento por la cruel muerte
del reformador checo.
El sábado la Iglesia Husita organizó una reunión solemne en la Plaza de la
Ciudad Vieja en Praga con motivo del centésimo aniversario de la
colocación de la piedra fundamental del Monumento a Juan Hus, cuyo autor
es el escultor Ladislav Saloun.