El presidente de la República Checa, Václav Klaus, valoró positivamente
el Gobierno apolítico de Jan Fischer e instó a la clase política a
crear
un Gobierno fuerte en las elecciones que tendrán lugar este año. En
opinión de
Klaus, 2009 fue un año lamentable desde el punto de vista político
especialmente debido a la fragilidad del Gobierno de Mirek Topolánek, que
fue derrocado por una moción de censura.
Klaus también opinó que los políticos checos deberían ganar en
responsabilidad de cara a unos mejores resultados sociales y económicos.
"Algunos políticos confían en que las cuentas por su comportamiento
actual, por sus promesas fantasiosas y poco realistas, no tendrán que ser
pagadas por ellos. Por desgracia esto no es así, el futuro comienza ahora
mismo, y cómo será depende de lo que hagamos ahora, mañana, en los
próximos días", afirmó.