El primer ministro checo, Jan Fischer, se ha interesado por el caso de
supuesta
corrupción en la adjudicación de la licitación de suministro de los 107
vehículos militares de transporte blindados Pandur en 2005. Fischer ha
instado a que se investigue a fondo el caso y se depuren responsabilidades
en caso de confirmarse las acusaciones. Según publicó el diario Mladá
Fronta Dnes, la empresa austriaca responsable de su fabricación, Steyr,
pagó a partidos políticos checos entre un dos y un tres por ciento del
monto total de la operación que ascendía a más de 540 millones de
euros.
En las reuniones con la empresa austriaca habrían asistido, entre otros,
el entonces primer ministro del Partido Socialdemócrata, Stanislav Gross,
y el actual ministro de defensa, Martin Barták, nombrado por el Partido
Cívico Democrático. Tanto Steyr como ambos partidos niegan las
informaciones.