La muerte este sábado del primer ministro de Relaciones Exteriores que
tuvo Checoslovaquia tras la Revolución de Terciopelo, Jiří Dienstbier,
ha golpeado la escena política checa. El ex presidente Václav Havel se
mostró muy afectado por la noticia. "Se ha muerto un viejo amigo
mío. El nombre de Dienstbier queda en la historia del
periodismo moderno, la política y de los movimientos de oposición al
régimen. Con él y con Václav Benda pasamos tiempo en prisión",
lamentó Havel. El presidente
checo, Václav Klaus, consideró por su parte que la escena política
actual va a echar de menos a Dienstbier, y el líder en funciones del
Partido Socialdemócrata, Bohuslav Sobotka, destacó de él su perspectiva
política
y
sus esfuerzos para hallar siempre un compromiso.