El túnel Blanka, en Praga, será terminado en marzo de 2014, a más
tardar. Así lo afirmó el alcalde mayor de la capital checa, Bohuslav
Svoboda. La Alcaldía enfrenta un brusco encarecimiento de la obra. La
compañía Metrostav, que realiza el proyecto, pide unos 1.500 millones de
euros, en vez de los 1.100 millones previstos originalmente. Svoboda opina
que existen maneras de reducir el precio. Una de ellas es simplificar la
construcción del puente sobre el río Moldava. Según cálculos del
Ayuntamiento, se podrían ahorrar así más de 25 millones de euros.