Varias decenas de personas, en su mayoría gitanos, e incluso familias con
hijos, participaron este sábado en una protesta en Praga, en el parque de
la zona de Klárov, contra el racismo, la violencia y la puesta en duda del
holocausto gitano. Los manifestantes portaban pancartas y banderas checas y
de la Unión Europea y criticaron sobre todo la postura del vicepresidente
de la Cámara Baja, Tomio Okamura, frente al tema.
Según los manifestantes, Okamura es racista y como tal no debería ser
miembro del Parlamento. Los presentes en la protesta criticaron asimismo al
primer ministro en dimisión, Andrej Babiš, y al presidente de la
República, Miloš Zeman, acusándoles de ayudar a la proliferación en la
sociedad de tendencias fascistas.