Los ciudadanos checos no quieren tener de vecinos en su lugar de vivienda
sobre todo a drogadictos, alcohólicos y personas con un pasado criminal,
según una reciente encuesta realizada por el Centro para la Investigación
de la Opinión pública (CVVM).
Unas tres quintas partas de los encuestados se niega a vivir al lado de
personas con problemas psíquicos. Aproximadamente un 30% de las personas
declaró que no quiere tener en su vecindad a personas de otro color de
piel o a extranjeros.
La postura frente a los mencionados grupos sociales no difiere mucho
tomando como base el sexo de los encuestados, su edad, nivel de educación
o nivel de vida. Semejante encuesta se realizó por primera vez en 2003 y
desde entonces las opiniones de los checos no han cambiado mucho. Sin
embargo, aumentó la enemistad frente a los grupos sociales que podrían
estar vinculados con el islamismo radical, mientras que menos personas
rechazan a los homosexuales.