Los creyentes checos rinden homenaje al cardenal Josef Beran, cuyos restos
mortales regresaron en horas de la tarde de este viernes después de unos
50 años desde el Vaticano a la República Checa. Una procesión acompañó
los restos de Beran este sábado desde el Monasterio de Strahov a la sede
del arzobispo de Praga. Los restos de Beran estaban depositados en un
ataúd, situado sobre un carro tirado por seis caballos de la cría de
Kladruby. Posteriormente el ataúd fue llevado por un grupo de teólogos a
la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga.
El arzobispo de Praga, cardenal Dominik Duka, ofició allí una misa en
honor a San Adalberto, uno de los patronos de las Tierras Checas, con quien
suele ser comparado el cardenal Josef Beran. Duka recordó la última misa
que Beran había celebrado en 1949 en la Catedral de San Vito. El arzobispo
de Praga ´mencionó a la vez que la República Checa se encuentra
actualmente en una nueva encrucijada histórica y criticó la
participación del presidente de la República, Miloš Zeman, en el
congreso de los comunistas.
Hasta el lunes los creyentes pueden venir a despedirse de Josef Beran a la
catedral. Ese día, a las seis de la tarde los restos mortales del cardenal
checo serán depositados en un sarcófago, que será situado en la capilla
de Santa Inés de Bohemia, en la Catedral de San Vito, en Praga.