El primer ministro checo, Andrej Babiš, se ha expresado críticamente
frente a la forma de la convocación a la cumbre informal de este domingo
sobre la migración. Babiš rechazó las afirmaciones de algunos políticos
comunitarios de que los países del Grupo de Visegrád, integrado por
Chequia, Hungría, Polonia y Eslovaquia, boicotean el encuentro.
Babiš ha calificado de inadecuadas esas afirmaciones. Acotó que
originalmente había pensado asistir a la cumbre de urgencia, pero que
luego coincidió con los demás socios del Grupo de Visegrád en que el
encuentro traería más desventajas que ventajas. “No boicoteamos nada,
simplemente no participaremos en la cumbre, al igual que no asistirán a
ella otros 11 países, al igual que el presidente del Consejo Europeo,
Donald Tusk”, destacó el primer ministro checo.
Según fue adelantado, los participantes en la reunión del domingo
podrían acordar un mecanismo eficaz de solidaridad con las cuotas
obligatorias para la redistribución de los migrantes entre los países de
la Unión Europea. Los países del Grupo de Visegrád se oponen
rotundamente a ello, e insisten en que Bruselas no puede imponer semejantes
principios en el tema de la migración a los Estados miembros.