Dos ciudadanos checos se ahogaron durante sus vacaciones en los balnearios
búlgaros, confirmó el sábado por la tarde la portavoz del Ministerio de
Relaciones Exteriores checo, Michaela Lagronova.
Uno de los veraneantes se ahogó en la costa cerca de Burgas, el otro en el
balneario de Kiten. Ambos nadaron en condiciones de riesgo, uno en un mar
tormentoso, el otro a altas horas de la noche.
El viernes, un turista checo murió en Egipto después de ser atacado por
un tiburón. En promedio, unos 500 checos pierden la vida en el periodo de
vacaciones todos los años.