Durante la visita a China del presidente de la República Checa, Miloš
Zeman, uno de sus médicos personales, Petr Halata, falleció en su
habitación del hotel.
En la mañana en la que partían de vuelta a Chequia, varios miembros de la
delegación intentaron contactar con él porque no se presentó en el
aeropuerto, pero no obtuvieron respuesta. Tras pedir que se buscara al
médico en el hotel, encontraron a Halata en la habitación ya sin vida.
Su jefe, Petr Chmátal, quiso destacar la larga experiencia de Halata, al
que calificó como uno de los mejores en su especialidad.