Los fondos destinados a los servicios sociales en la República Checa, por
ejemplo a residencias de ancianos, no son suficientes a veces para que
estos servicios funcionen todo un año, según critica la Asociación de
personas sordas y con deficiencias auditivas.
Debido a dichas dificultades económicas, los trabajadores sociales tienen
que sobrevivir con sueldos mínimos, y a la larga acaban buscando otros
trabajos mejor pagados. Es por ello que esta Asociación quiere reunirse
con la ministra de Trabajo, Jana Maláčova, para discutir el tema.
Las empresas que ofrecen servicios sociales se quejan de que estos fondos
se otorguen de manera anual, pues nunca saben con antelación qué
capacidad de actuación tendrán el año siguiente. En su opinión, si las
subvenciones se dieran para periodos más largos, podrían trabajar con
más efectividad.