Según el presidente checo, Miloš Zeman, mientras que en las
manifestaciones de 1989, el pueblo checo pidió las elecciones libres, los
participantes en las actuales manifestaciones contra el primer ministro
Andrej Babiš de hecho protestan contra ellas.
El presidente Zeman no espera que el Gobierno de Andrej Babiš se
descomponga antes de la fecha ordinaria de las próximas elecciones, en dos
años y medio. Los opositores del primer ministro tendrán que esperar
hasta entonces para expresar sus opiniones, como sostuvo Zeman este martes
en la ciudad de Jihlava, al comenzar su visita oficial a la región de
Vysočina.
Más de 280 000 mil personas se reunieron este domingo para protestar
contra el primer ministro Babiš, pidiendo su dimisión. Dicen que su
nombramiento de la nueva ministra de Justicia, Marie Benešová, pone en
peligro la independencia del poder judicial. Opinan asimismo que Babiš
amenaza la libertad y democracia en el país, criticando su conflicto de
intereses y uso indebido de fondos europeos.