Los sindicatos del sector de la salud están preocupados, ya que consideran
que la Sanidad y los cuidados médicos en el país están menos financiados
de lo que deberían. Para discutir el tema, se reúnen este miércoles con
el primer ministro checo, Andrej Babiš.
Aunque el Gobierno ha aprobado destinar unos 1000 millones de euros más a
Sanidad el próximo año, los sindicatos señalan que harían falta
alrededor de 1700 millones de euros para mantener el sector en buenas
condiciones y ofrecer servicios de calidad.
En los días pasados, los sindicatos propusieron que este dinero extra
salga de las reservas de las aseguradoras médicas, sin embargo, el
ministro de Salud, Adam Vojtěch, lo rechazó y dijo que esto sería una
solución a corto plazo que traería problemas financieros en el futuro.