Una familia media checa gastó unos 5.900 euros por persona el año pasado,
lo que en términos interanuales representa un aumento del 3.4%. Este
dinero fue utilizado para la adquisición de alimentos, el pago del
alquiler, de estancia de vacaciones, en salud, transportes, cultura y
educación, según datos publicados por la Oficina de Estadísticas.
La mayor suma de dinero sigue estando destinada al pago de la vivienda, en
lo que las familias checas gastan más que en los alimentos. El año pasado
los pagos de la vivienda representaron el 23% de todos los gastos, habiendo
aumentado interanualmente en un 3.17%. Le siguieron los gastos en comida y
en bebidas sin alcohol.