El 77 % de los checos considera que la doble calidad de los alimentos es un
problema, aproximadamente uno de cada siete compra en el extranjero o tiene
productos importado.
Los productos con el mismo nombre y empaque, pero con una composición
diferente a la de otros países de la Unión Europea, son considerados un
problema por el 83 % de las personas entre 55 y 64 años, según una
encuesta realizada por KPMG.
En diciembre, la Cámara de Diputados apoyó la enmienda presentada por el
Gobierno a la ley que prohíbe la venta de alimentos de diferente calidad
pero en el mismo empaque en la República Checa y otros países de la UE.