El 86% de los ciudadanos checos rechaza tener como vecinos a personas
adictas a la droga. Así se desprende de un estudio del nivel de tolerancia
de los checos, realizado hace poco por el Centro para la Investigación de
la Opinión Pública (CVVM). Los ciudadanos tampoco desearían vivir al
lado de personas con un pasado criminal, de alcohólicos y de musulmanes.
El 59% de los checos indicó que no le gustaría tener como vecino a una
persona con enfermedad psíquica.
Por otro lado, pocas son los ciudadanos que tienen antipatía para con los
jóvenes, las personas de la tercera edad, los pobres o los ricos. De
acuerdo con representantes de CVVM, desde 2015 es patente un crecimiento de
las antipatías hacia los extranjeros, las personas de otra religión y
otro color de piel, que supuestamente podrían tener relación alguna con
las manifestaciones en Europa del islamismo radical.