El ministro de RR.EE. checo, Tomáš Petříček, supone que las fronteras
de la República Checa con los países vecinos podrían reabrirse
plenamente a partir de julio próximo. Apuntó que las deliberaciones
respectivas con Eslovaquia y Austria avanzan positivamente, pero que las
negociaciones con Polonia serán más complicadas. Los viajes a Alemania
dependerán del desarrollo de la situación en torno al coronavirus en ese
país, indicó Petříček.
En cuanto a la posibilidad de viajar a Bulgaria, Hungría o los países del
Báltico, el canciller checo dijo que esos estados logran enfrentar la
epidemia de forma similar a Chequia, por lo que confiaba que a partir de
julio o a lo mejor antes todavía será posible salir más allá del
espacio Schengen.
En agosto los checos podrían salir igualmente a Croacia, Eslovenia y
Grecia, así como a países más lejanos como Canadá, Australia o Japón.
Los viajes fuera de Europa dependerán del restablecimiento de los vuelos
internacionales, acotó el canciller checo, Tomáš Petříček.