Viajar entre la República Checa y la mayoría de los países europeos se
simplificará a partir del lunes. Las fronteras checas se abrirán sin
restricciones a los extranjeros de la mayoría de los países de la Unión
Europea.
Por el momento se mantiene una limitación en los viajes desde y hacia el
Voivodato de Silesia en Polonia, al tiempo que los checos que regresen de
Portugal y Suecia no tendrán que presentar certificados negativos de
COVID-19.
Hasta ahora, habia sido posible viajar sin restricciones solo entre la
República Checa, Eslovaquia, Austria y Hungría.
A partir del lunes, el Gobierno checo comenzará a aplicar el llamado
semáforo, que evalúa el nivel de riesgo de infección por coronavirus en
los países europeos y en base a eso establece reglas para viajar a esos
destinos y desde ellos a la República Checa.
La mayoría de los países de la UE, así como Suiza, Noruega e Islandia,
están en la categoría de bajo riesgo.
Al regresar de estos países los ciudadanos checos y los extranjeros ya no
tendrán que presentar una prueba negativa de coronavirus ni guardar una
cuarentena de dos semanas.
El Ministerio de Salud establece el nivel medio de riesgo en dos países:
Bélgica y el Reino Unido.
Los checos podrán regresar de estos países sin restricciones, mientras
que los ciudadanos de esos dos países y los extranjeros procedentes de
ahí tendrán que mostrar una prueba negativa de coronavirus. Podrán
visitar la República Checa solo para un propósito específico, como
trabajo, estudio o reunificación familiar, no será posible venir por
turismo.