Vidrio Español en el Museo de Artes Decorativas de Praga

El hispanista checo, Pavel Stepánek

El Museo de Artes Decorativas de Praga tiene una colección excepcional del vidrio español del siglo XVI al XVIII. Las sesenta y ocho piezas más ilustrativas están expuestas hasta el doce de enero en La Granja de San Ildefonso, cerca de la ciudad de Segovia, España.

La exposición "Vidrio Español en el Museo de Artes Decorativas de Praga" tiene lugar en la fábrica de vidrio más antigua que se conservó en la Europa del siglo XVIII. Dicha fábrica, situada en el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso y Valsaín, en la Sierra de Guadarrama, fue convertida en el Museo Tecnológico del Vidrio.

Quienes visiten ese lugar, tienen la posibilidad de contemplar un conjunto de piezas prácticamente inéditas en España que, procedentes de la colección del Museo de Artes Decorativas de Praga, nunca habían vuelto a salir de la República Checa.

El hispanista checo, Pavel Stepánek, uno de los autores de la exhibición, explica que al estudiar el vidrio del Museo de Artes Decorativas de Praga, observó que había algunas piezas consideradas originalmente checas pero que en realidad eran españolas y, además, fabricadas en La Granja de San Ildefonso. Stepánek advierte por ello sobre el vínculo existente en el pasado entre La Granja y el cristal de Bohemia.

"El punto de contacto es casi sorprendente y ha sido sorprendente el hallazgo de unos documentos que dicen que los vidrieros de La Granja fundaron una hermandad que llevaba el nombre de San Juan Nepomuceno, o sea, del santo de Praga, uno de los santos más populares y conocidos en la República Checa. Y además, se fundó en La Granja una capilla, hoy desgraciadamente casi destruida -ha sido convertida en residencia privada-, pero donde todavía se conservan algunos atributos del santo, que son las cinco estrellas que lleva por encima de la cabeza. Se ha conservado también una parte del retablo mayor con la lengua, que es el símbolo de San Juan Nepomuceno, canónigo que ha sabido guardar el sigilo de la confesión".

Según Pavel Stepánek, la devoción de los vidrieros de La Granja a San Nepomuceno insinúa que en esa fábrica debían haber trabajado algunos vidrieros procedentes del Reino de Bohemia, tanto checos como alemanes.

"Sabemos que cuando los reyes de España fundan esta gran fábrica de vidrio, invitan a los vidrieros de Alemania, Francia, incluso se habla de un noruego pero curiosamente tiene un nombre muy eslavo, Venceslao Guba, o sea, posiblemente sea un checo. Pero de todas formas, ha habido un fuerte grupo de vidrieros familiarizados con Centroeuropa. Y si pensamos en el modo de producción del vidrio, vemos que La Granja se hace a la manera de Bohemia, es decir, se aprende tallar el vidrio igual como se hacía en Bohemia. Esto creo que ilustra los posibles lazos entre La Granja y Bohemia".

Pavel Stepánek presta atención, por ejemplo, a un conjunto de copas para brindar hechas a principios del siglo XVIII para el Archiduque Carlos que durante la Guerra de Sucesión intentó subir al trono español como Carlos III.

"Hay muchas copas con escudos de armas de este "Carlos III" y más tarde esto se repite con el auténtico Carlos III de España. Y son piezas tanto fabricadas en Bohemia como en España, y resulta muy difícil distinguirlas".

El hispanista Pavel Stepánek advierte también sobre un intenso intercambio comercial de vidrio que existía entre el Reino de España y las tierras checas. Lo testimonian algunos documentos sacados recientemente del archivo de la metrópoli morava de Brno.

".. donde consta que ya en el siglo XVII se importaba el vidrio de Cataluña. Esto significa que hay una presencia del vidrio catalán en el siglo XVII que es una cosa absolutamente sorprendente porque es bien sabido que Bohemia en el siglo XVIII exporta en grandes cantidades el vidrio y existía una gran cantidad de factorías, o sea, depósitos de venta, en las principales ciudades de España, en Barcelona, Cádiz, Madrid, Sevilla. Y no solamente en los puertos de España sino que también en la América española, sobre todo en La Habana y en México. Las ventas del cristal de Bohemia eran enormes en el mundo hispanohablante. Además sabemos de un jesuita checo que allá por 1703 propone la fabricación del vidrio de Bohemia con letreros en español, tanto con letreros religiosos, la Virgen de Zaragoza o la Virgen de Guadalupe, como también con ilustraciones y letreros de los cuatro elementos, o sea, aire, agua, fuego y tierra".