La suave "Guitarra" de la primera dama de country checa

Vera Martinová

El sofocante calor del sol, el galope de los caballos, el olor del césped y de los bosques de pino emanan de las canciones de Vera Martinová, considerada generalmente como una de las mejores intérpretes de la música folk en la República Checa. La cantante presentó al público recientemente su nuevo álbum en el que se acompaña de su habitual y amado instrumento - la guitarra.

Para la cantante y guitarrista checa, Vera Martinová, representa cada nuevo álbum cierta parte de su vida artística. Le dedica mucho tiempo y trabajo porque siente gran responsabilidad ante el público que le sigue fiel desde 1982, cuando comenzó a cantar con la popular orquesta de Gustav Brom y posteriormente con el conjunto femenino Schovanky.

Vera Martinová grabó hasta la actualidad once discos y recibió numerosos premios musicales por su exitosa venta. Su nuevo álbum "Guitarra" ofrece nuevas versiones de sus mayores éxitos, así como varios temas nuevos. La cantante confesó que la grabación del mismo requirió de su parte un gran esfuerzo y paciencia.

"Cuando uno canta acompañado por una gran orquesta, las eventuales fallas no se escuchan tanto como cuando uno se pone a cantar acompañado por un solo instrumento. En tal caso se necesita una gran precisión y también una gran paciencia porque unas veces falla la voz y otras veces los dedos. El trabajo de este álbum me parecía infinito, pero ahora me siento muy feliz y satisfecha".

El nuevo álbum de Vera Martinová, refleja el esfuerzo y el minucioso trabajo depositado en su grabación.

Poco después de terminar la grabación de su nuevo álbum, la cantante Vera Martinová inició también una gira por el país que culminará a finales de agosto del presente año. Durante su recorrido por diversos escenarios del país la acompaña su propio conjunto Gram, fundado en 1987.

Vera Martinová realizó también muchas giras por el exterior, pero después de varias vivencias, que por poco resultaron trágicas, prefirió durante cierto tiempo no atravesar las fronteras del país. Resulta que en 1986 abandonó un hotel en las cercanías de la planta nuclear de Chernóbil pocos días antes de su trágica avería. Además, el 11 de septiembre de 2001 se encontraba en Nueva York, en las proximidades del Centro Comercial Mundial, y pudo observar de cerca los ataques terroristas contra las torres gemelas.

Tanto más impresionaron a Vera Martinová los ataques terroristas en Madrid.

"Me sentí sumamente deprimida al enterarme de la noticia. Me di cuenta de que actualmente uno no se puede sentir seguro en ningún lugar del planeta. Comprendí que la meta de los terroristas es aterrorizarnos e inculcarnos miedo a todos. Y decidí oponerme y seguir viajando por mundo".

Así, después de terminar su gira por la República Checa, Vera Martinová se presentará a inicios de octubre en Paraguay y Uruguay, donde ofrecerá varios conciertos para la minoría checa residente en estos dos países de América del Sur.