Se celebran en Praga las posadas latinoamericanas

Foto: Zuzana Bayerová

La Parroquia Augustiniana de Santo Tomás en Praga cuenta con una numerosa comunidad hispana que organiza para los creyentes hispanoablantes de la capital un programa variado a lo largo de todo el año. Entre las celebraciones no pueden faltar las festividades navideñas, ya que se trata de unas de las fiestas católicas más importantes.

Foto: Zuzana Bayerová
Las Posadas, una fiesta prenavideña habitual en varios países latinoamericanos, se celebró el pasado domingo también en la capital checa. Se trata de festividades de nueve días de duración que se efectúan desde el 16 al 24 de diciembre con el objetivo de recordar el peregrinaje de María y José a Belén en busca de un alojamiento para esperar allí el nacimiento del niño Jesús. La comunidad hispana de la Parroquia de la Iglesia de Santo Tomás en Praga, organizó este domingo la celebración de Las Posadas tanto para los miembros de la Parroquia como para los demás interesados.

En vez de celebrar la habitual misa dominical en español, la Iglesia se llenó de niños hispanoablantes disfrazados de María con niño Jesús y acompañados de pastores, reyes y otros personajes de Belén para presentarse allí con un espectáculo teatral. Las celebraciones de la Navidad en la Parroquia de Santo Tomás en Praga ya se han convertido en una tradición, según explica Padre Juan Provecho, el vicario de la Parroquia procedente de España.

“Aquí en la Parroquia de Santo Tomás tenemos la comunidad de habla hispana desde hace ya 15 años. Y hace 12 años comenzamos a celebrar las Navidades juntos porque mucha gente se vuelve a casa por las Navidades entonces decidimos que el tercer domingo del adviento, el Domingo de la Alegría, las comunidades latinoamericanas, sobre todo de México, representaran lo que son Las Posadas, o sea, la búsqueda de María y de José cuando buscaban posada, un lugar para dormir y para estar en Belén”.

Foto: Zuzana Bayerová
La historia de Las Posadas se remonta hasta el siglo XVI, cuando los evangelizadores augustinos en las tierras mexicanas empezaron a celebrar nueve misas en los días anteriores a la Navidad, o sea, antes del nacimiento de Jesucristo. Los aztecas de aquellos tiempos solían celebrar una fiesta parecida en honor del nacimiento del dios de la guerra, Huitzipochtli, en cuyos rituales formaba parte también una ofrenda humana a los dioses. Sin embargo, los españoles sustituyeron los personajes de la mitología prehispánica por los cristianos y, dándole características cristianas, consiguieron a mantener la fiesta. Desde entonces, la tradición sirve como preparación para el nacimiento de Jesús y con el tiempo se difundió por casi toda Latinoamérica aunque con varias peculiaridades.

El día de las fiestas navideñas en la comunidad hispana no cuenta exclusivamente con una misa presentada por los niños, sino todo lo contrario, se trata sólo de una de las actividades preparadas para los parroquianos, según señala Juan Provecho.

“Es un momento que llamamos la fiesta de los niños, cuando los niños preparan la representación de Las Posadas y después para los mayores tenemos una tarde de confraternización. Después de la misa tenemos Las Posadas, luego una comida en común, donde se invitan todos los parroquianos, todos los amigos que vienen por aquí, donde se puede disfrutar de las especialidades de los países que forman parte de nuestra comunidad, en total se trata de unas quince nacionalidades diferentes. Y por la tarde continúa el programa con una celebración para los niños, las piñatas que son típicas de México y luego unos momentos de música y de baile. En fin, es el comienzo de la celebración costosa de la Navidad.”

A las celebraciones organizadas por la Parroquia acude cada año aproximadamente un centenar de personas y se trata de personas de todo el mundo hispano, sin embargo, con una prevalencia latina.

Foto: Zuzana Bayerová
“Pues vienen de todos países. Creo que tenemos aquí toda Latinoamérica incluido Brasil, América Central, hay bastante gente de México y también de Cuba. Y también de España aunque los españoles somos menos. Todo el ambiente festivo y de mucha alegría lo celebran aquí los latinos que no pueden estar en casa entonces están aquí y se alarga un poco la casa, de México, Guatemala y demás aquí en Santo Tomás”.

A pesar de que España geográficamente es el país más cercano a la República Checa, él que espere que los españoles residentes en Praga formen la mayor parte de los parroquianos, se equivocaría, según explica Juan Provecho.

"El problema es que los españoles aquí en la comunidad no son tantos, la mayor parte de la comunidad de habla hispana son latinos. Yo creo que tenemos solamente unas tres familias de España, lo que cuenta unas seis, siete personas. Por supuesto muchos de ellos se van a casa pero no han venido aquí no porque se van a casa, sino porque no vienen a la comunidad. Estamos en España en el fenómeno del ateismo y de la secularización que se deja ver más en España que en los países latinos”.

La comunidad hispana de la Parroquia de Santo Tomás en Praga fue fundada entre los años 1993 y 1994, cuando el actual cardenal de Praga, Dominik Duka, comenzó a celebrar misas para los embajadores de habla hispana en Chequia y esta actividad se fue ampliando paulatinamente para más personas. En el 1998 se encargaron de la comunidad los augustinos, que siguen ejecutando la función exitosamente hasta la actualidad.

La Parroquia de Santo Tomás comprende el barrio de Malá Strana y su territorio cuenta con unos 1.500 habitantes de los que 160 son los católicos que acuden frecuentemente a la misa celebrada en idioma checo. A parte de la comunidad checa e hispana, la Parroquia cuenta con otra angloparlante y los tres tienen su consejo parroquial que sigue los reglamentos de la archidiócesis. Según parece, incluso en un país tan ateo como la República Checa, las actividades de la Parroquia de Santo Tomás en Praga gozan de popularidad.

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