Los cubanos deben tomar las riendas de la transición

Hoy conversaremos con Jakub Klepal, de la Asociación de Asuntos Internacionales, sobre la reciente creación del Comité Internacional de Jóvenes por la Democracia en Cuba.

Recientemente participaste en una reunión junto con el diputado Marek Benda, en la cual fue creado el Comité Internacional de Jóvenes por la Democracia en Cuba. Esa reunión tuvo lugar en México. ¿Qué podrías destacar de ese evento? ¿Cuáles fueron los puntos más importantes que se trataron y los compromisos de esta nueva institución?

"Lo más importante de esta reunión es la declaración de que son principalmente los países latinoamericanos los que deben apoyar al movimiento democrático cubano. No podemos hacerlo solamente nosotros desde Europa, ni Oriental ni Occidental, ni mucho menos Estados Unidos. Para nosotros resulta menos cercano lo que está ocurriendo en Cuba. Al entrar nosotros a jugar un papel importante, especialmente si los EE. UU. Lo hacen, se crea una suerte de antagonismo, de rechazo. Ello tanto en Cuba como en otros países de Latinoamérica. Al mismo tiempo le da una excusa a Castro para defender su proyecto, ya que el argumenta que está defendiendo la soberanía y los intereses del país frente a los Estados Unidos. Eso no es cierto, pero le da una herramienta muy fuerte a Castro".

Volviendo al tema de la conferencia. Si bien la gran mayoría de los aprticipantes fueron representantes de movimientos juveniles de América Latina, también participaron observadores europeos. ¿De qué manera deberían colaborar mutuamente estas dos regiones para hacer más efectiva la ayuda?

"Lo ideal sería que sean los propios cubanos quienes lleven las riendas (de la lucha pacífica de la democracia), mientras que la comunidad de países latinoamericanos o europeos les ayudarían técnicamente, aportando con conocimientos, quizá dinero. Pero son los cubanos los que verdaderamente van a vencer a Castro y alcanzar la democracia en Cuba. Obviamente no vivimos en un mundo perfecto y pareciera que la cosa hoy es alrevés. El movimiento democrático en Cuba es muy endeble y necesita mucho apoyo. Por eso puede parecer a veces que somos los extranjeros quienes estamos intentando establecer la democracia en Cuba".

Analizando este antiamericanismo que prevalece en sectores de Latinoamérica. ¿Crees que sea ese el principal factor que influye para que América Latina no sea tan comprometida con la búsqueda de una salida democrática para Cuba, con ejercer presión sobre el régimen de Castro?

"Si, absolutamente. Creo que el antiamericanismo es una herramienta muy fuerte de Fidel Castro. Además la política a veces no muy intelígente de los Estados Unidos, como el embargo comercial, todo ello le da más fuerza a Fidel. El dice: 'Los EE. UU. nos quieren liquidar, matar al pueblo cubano, nos quieren destrozar económicamente', mientras encuentra en el embargo la explicación para todos los problemas que económicos que está atravesando la isla, pero no es cierto. El culpable es el sistema comunista. La economía al no estar basada en un mercado libre y en la competencia, no puede funcionar. Nosotros lo vivimos también en nuestro país".

¿Por qué fracasó el sistema comunista en la entonces Checoslovaquia?

"Nosotros antes teníamos una economía bastante bien desarrollada y establecida. Con los años terminamos siendo un país pobre, durante los últimos quince años de democracia luchamos día a día con esto, transformando nuestra economía, privatizando, etc. Porque el anterior modelo simplemente no funcionó".

¿Piensas que existena ún huellas del régimen anterior, a pesar de que ya son 15 años desde que se iniciaran las reformas democráticas en este país?

"Si, absolutamente. Incluso mi generación que vivió sólo una breve parte de su vida bajo el comunismo siente la influencia del régimen anterior. Creo que recién la siguiente generación va a sentirse libre del peso del comunismo en las espaldas, en sus conciencias y en su bienestar, porque nuestra economía está mejor que antes, la mayor parte de ese sector está privatizado y hay mucha más competencia, lo que crea muchos puestos de trabajo de calidad, buenos sueldos, pero aún nos falta revisar nuestra burocracia, el sector empresarial que aún le pertenece al Estado y que no funciona bien. Además tenemos una infraestructura muy deteriorada aunque se hagan muchos esfuerzos para mejorarla, pero hay muchas cosas por arreglar antes de ser una parte integral de Europa Occidental".

Muchas personas tienden a comparar la actual situación de Cuba con la Checloslovaquia de finales de los ochenta. ¿Estás de acurdo con esta comparación?

"No puedo decir que estoy completamente en desacuerdo, pero yo creo hay que hacer unas diferencias. A finales de los ochenta en mim país nadie creía en este sistema, en el comunismo, todos sabían que se trataba de un sistema corrupto y que había que terminar con él. Pero la gente no lo hacía por miedo. Por miedo a la represión, es decir, que perderían el trabajo, los hijos no podrían estudiar, etc. En Cuba, bueno... yo estuve hace años en la isla y pasé solamente una semana, por lo tanto no puedo decir que conozco al pueblo cubano. Pero lo que me quedo muy grabado es que muchos cubanos, aunque creen que el sistema está mal, que no les ofrece un buen nivel de vida, creen en Fidel y en sus políticas. Muchos creen que Fidel Castro tiene buenas intenciones. Todo ello por un asunto de antiamericanismo y de creer que el régimen defiende los intereses nacionales. Aquí no fue así, nadie creía en sus líderes... todos sabíamos que era un grupo de corruptos".