El Campeonato Mundial de Hockey sobre Hielo ante las puertas

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Faltando pocos días para el inicio del Campeonato Mundial de Hockey sobre Hielo, que se disputará a partir de este sábado en la República Checa, la afición deportiva comienza a dar señales de que durante las próximas dos semanas vivirá, soñará y si es posible incluso comerá hockey. En las calles, en el trabajo, en las cervecerías, resulta inevitable que el tema principal de discusión sea estos días el hockey y las grandes expectativas por lo que hará la selección checa.

La razón de la enorme confianza se explica fácilmente: históricamente los checos han sido una de las principales potencias de este deporte, consiguiendo hacerse con el título mundial en varias de ocasiones. Uno de los momentos de mayor gloria para este deporte se vivió en 1998 cuando la selección checa se adjudicó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Nagano, iniciando a partir de esa fecha una de las mejores épocas en la historia del hockey sobre hielo. No en vano se ganaron el apodo de "temibles centroeuropeos". Durante los tres años siguientes, la selección checa se adjudicó todos los campeonatos mundiales.

foto: CTK
Tanto expertos como periodistas no vacilan a la hora de referirse a los checos como uno de los principales favoritos para coronarse campeones el 9 de mayo. En un artículo publicado este lunes por la prensa nacional, los comentaristas señalan que pocas veces la República Checa había llegado tan bien preparada a un campeonato. Ello sumado a un verdadero abanico de figuras del más alto nivel. Por ejemplo, en la portería se habla de la dupla Vokoun - Cechmanek como una de las más efectivas y poderosas del torneo. Estrellas de la NHL, Jagr y Straka, reforzarán la ofensiva del equipo checo.

Sin embargo, algunos jugadores señalan que no será fácil lograr un éxito rotundo, precisamente por la gran presión que representa el jugar de locales, donde los ojos de toda una nación estarán puestos en un puñado de jugadores. Jaromir Jagr, uno de los mejores hockeistas checos de todos los tiempos, explica que "de la misma manera se escribía de nosotros hace ocho años y no logramos una sola victoria".

Con esas palabras Jagr pretende preparar para todo a una afición que parece haber perdido por completo el control y que ha iniciado la cuenta regresiva para de ser posible el próximo 9 de mayo inundar las calles de banderas "blanco, azul y rojo" para celebrar un nuevo campeonato.