Anarcosindicalismo: nuevo desafío para empresariado checo

Por primera vez tras cien años de ausencia, en septiembre reiniciará oficialmente sus actividades en la República Checa el sindicato de orientación anarquista. La nueva organización sindical encaminada a las "acciones directas" fue registrada en julio ante el Ministerio del Interior.

Las informaciones que se filtraron hasta el momento indican que desde septiembre algunos empresarios en la República Checa tendrán que enfrentar un nuevo tipo de problema: Cada nuevo empleado puede representar una bomba de explosión retardada siendo miembro potencial de la recientemente fundadada organización anarcosindicalista "Rovnost" que tiene su sede oficial en la ciudad morava de Blansko.

Paros de producción, huelgas de advertencia o de ocupación, así como otras formas de "acción directa" serán los métodos utilizados para la defensa de los derechos de los empleados. Los fundadores de dicha organización combativa sostienen que los sindicatos existentes actualmente en la República Checa son impotentes, burocráticos y colaboran con los empresarios. Por lo tanto, los sindicatos anarquistas no tendrán funcionarios pagados, sino sólo voluntarios, y no respetarán los mecanismos de la Tripartita actual que ya no ofrece nada a los trabajadores.

"No queremos que las negociaciones sean dirigidas por mediadores y abogados profesionales que siempre encuentran fórmulas para llegar a un compromiso. Los sindicatos de este tipo funcionan en desmedro de los empleados," destacó uno de los fundadores del nuevo sindicato, Petr Pánek, quien tiene 28 años de edad y trabaja como vendedor en Praga.

Según Petr Pánek, una de las principales tareas de la organización consistirá en luchar contra la denominada "flexibilización" de la mano de obra. Esta tendencia se practica principalmente en las empresas multinacionales, y proseguir por este rumbo significaría que los derechos de los empleados volverían al nivel del siglo XIX.

En septiembre tendrá lugar el congreso constituyente del nuevo sindicato que ya en este momento dispone de una base en nueve empresas de Bohemia y Moravia. La más fuerte posición ocupa el sindicato en la región de Bohemia del Norte. Según sostiene Petr Pánek y otros fundadores, los recientes conflictos laborales en Jihlava y Stríbro resaltaron la envergadura de la lucha de clases. Los organizadores no consideran a la violencia como método principal de lucha sindical, pero sí como un recurso de autodefensa frente a los guardias contratados por los empresarios.

Los analistas señalan que la aparición del anarcosindicalismo en la República Checa es un fenómeno totalmente desconocido por la ambrumadora mayoría de la sociedad checa. Otro factor muy sorprendente es el hecho de que la edad de los fundadores del nuevo sindicatos oscila entre 20 y 30 años. Sus miembros son principalmente jovenes obreros quienes llegaron a la necesidad de agruparse en un sindicato extraoficial ya en la época de la economía de mercado, o mejor dicho, son un producto puro de la construcción del capitalismo en la República Checa, señaló metafóricamente uno de los analistas checos, prosiguiendo:

¿Cuáles son los raíces de este radicalismo que no tiene en la sociedad checa tradición alguna? Es un hecho real que los sindicatos oficiales a veces no saben reaccionar con eficiencia ante medidas unilaterales que toman algunos empresarios checos quienes, en contradicción con las reglas vigentes incluso en países comunitarios, ni siquiera reconocen su legitimidad. Esto significa que el anarcosindicalismo actual surgió de los sentimientos de impotencia, de la violación de los derechos y de la hipocresía. Los analistas constatan asimismo que la falta del respeto al derecho, que prolifera en toda la sociedad, encuentra repercusión también entre algunos sectores de empresarios, propietarios y directivos.

Autor: Vít Urban
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