La conmovedora historia de la Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga

La Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga, foto: VitVit CC BY 3.0

La Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga entró en la historia especialmente como refugio de los autores del atentado al oficial nazi Reinhard Heydrich. En el actual programa especial de Radio Praga les contaremos la historia del monumento que lleva el nombre de estos dos apóstoles de los eslavos y representa el centro espiritual de la Iglesia Ortodoxa checa.

La Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga,  foto: VitVit CC BY 3.0

Situada en una roca de esquisto en la esquina de las calles praguenses Resslova y Na Zderaze, la Iglesia de San Cirilo y San Metodio es una obra barroca, construida en la primera mitad del siglo XVIII.

La leyenda cuenta por qué la iglesia se consagró a San Cirilo y San Metodio, aproxima Eva Šuvarská, directora ejecutiva del Monumento Nacional a los Héroes de las Represalias de Heydrich, que actualmente reside en la iglesia.

“Originalmente, según la leyenda, antes había aquí un cementerio y una capilla bendecida por San Metodio. Posteriormente, el lugar ganó fama por la presencia de la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida allí por el hijo del hidalgo Zderad”.

Zderad fue el fundador de la colonia que existía antes de que se estableciera la Ciudad Nueva de Praga.

El arrasamiento husita

La iglesia de San Pedro y San Pablo corrió mala suerte. Durante las Guerras Husitas, que en el siglo XV afectaron todo el país, sufrió extensos derrumbes. De este suceso nació el nombre de la calle Na Zbořenci, traducido libremente como “en ruinas”.

La Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga,  foto: VitVit CC BY 3.0
La iglesia permaneció deteriorada durante largas décadas. Una parte de los terrenos del monasterio local fue vendida para construir casas burguesas. En 1642 se construyó un convento nuevo destinado a los monjes agustinos. Se levantó asimismo la Iglesia de San Carlo Borromeo, un arzobispo italiano y patrono de enfermos y sufrientes.

“Al cabo de cuatro décadas, el templo fue secularizado y cambió completamente de función: servía a militares, a la Universidad Técnica y al museo”.

Este destino se debió a la reforma del emperador José II de Austria quien mandó cerrar la mayoría de los monasterios en el Imperio Austrohúngaro. Con tal efecto, la mayoría del mobiliario de la iglesia acabó vendido.

En 1905, a sugerencia del Club de los Amigos de la Praga Antigua, en el lugar de la Iglesia de San Pedro y San Pablo fue construido el actual edificio de la Facultad Electrotécnica de la Universidad Tecnológica de Praga.

Solamente han permanecido una capilla barroca y fragmentos de la muralla monasterial que ofrecen un ambiente misterioso que recuerda su rica historia.

El centro de la ortodoxia checa

La Iglesia de San Cirilo y San Metodio en Praga,  foto: Kateřina Ayzpurvit
En los años treinta del siglo XX, la iglesia recibió el nombre de San Cirilo y San Metodio y por decreto gubernamental se convirtió en el centro espiritual residencial del obispo Gorazd, la persona responsable de renovar la ortodoxia checa, según sostiene Eva Šuvarská.

“La Iglesia Ortodoxa Checa enlazó con la tradición de los primeros misioneros San Cirilo y San Metodio. Las misas se celebran aquí en eslavo antiguo, pero también en checo, dado que el pueblo tiene que entender a la palabra de Dios”.

Con tal efecto, era necesario adaptar las instalaciones de la iglesia conforme a la tradición litúrgica ortodoxa. En lo visual, la máxima expresión ortodoxa es el iconostasio con iconos realizados por el pintor yugoslavo Svatoslav Vukovič y otros destacados artistas.

El momento de oscuridad llega con los nazis

El 18 de junio de 1942 llegó el día negro de la historia de la iglesia. Los nazis se enteraron de que siete paracaidistas checos, que pocos días antes cooperaron para realizar el atentado al Protector nazi de Bohemia y Moravia Reinhard Heydrich, se habían escondido en sus interiores.

Foto: Barbora Němcová
Los autores del atentado a uno de los principales organizadores del Holocausto, que torturaba al pueblo checo, fueron dos paracaidistas checoslovacos, Jozef Gabčík y Jan Kubiš.

El atentado representa el acontecimiento más importante de la resistencia checa durante la Segunda Guerra Mundial y uno de los más destacados en toda la Europa ocupada por los nazis, recuerda Šuvarská.

“Después del atentado a Heydrich, los paracaidistas se escondieron en diferentes departamentos. Contactaron al capellán Petřek para ver si tenía la posibilidad de ofrecerles refugio. El patriota Petřek estuvo de acuerdo y los paracaidistas llegaron a la iglesia, en total eran siete”.

Después de que uno de los compañeros cercanos a los paracaidistas revelara a los alemanes dónde se hallaba el refugio de los autores del atentado, más de 800 soldados nazis rodearon la iglesia y se desencadenó un fuerte combate.

Los siete paracaidistas, armados solamente con pistolas de calibre de 6,35 y 7,65 milímetros, permanecieron durante largo tiempo defendiéndose de los nazis equipados con metralletas y granadas.

Tres hombres escondidos en el coro de la iglesia fueron asesinados. Otros cuatro paracaidistas estuvieron escondidos en la cripta de la iglesia. Los nazis convocaron a los bomberos para que inundaran su refugio. Los paracaidistas lucharon hasta el último momento, relata Eva Šuvarská.

“Los alemanes recibieron la orden de capturarlos vivos. No obstante, los paracaidistas se guardaron la última bala para ellos mismos, ya que habían recibido la orden de no caer vivos en las manos del enemigo”.

Jozef Gabčík y Jan Kubiš,  foto: public domain
Cuando los nazis entraron en la cripta, los paracaidistas ya estaban muertos. Las huellas de las balas permanecen en las paredes del inmueble hasta la actualidad.

Las personas que les habían ayudado, al igual que los representantes de la Iglesia Ortodoxa y de la Iglesia de San Cirilo y San Metodio pagaron un alto precio por su heroísmo.

Los compañeros de los autores del atentado fueron ejecutados y los sacerdotes acabaron deportados a los campos de trabajo forzado. El 3 de septiembre de 1942 tuvo lugar el juicio contra ellos y al día siguiente fueron fusilados el obispo Gorazd, el cura Václav Čikl y el presidente del Consejo Directivo de los Mayores Jan Sonnevend, entre otros.

Posteriormente, los ocupantes prohibieron por completo el funcionamiento de la Iglesia Ortodoxa y cerraron la iglesia para convertirla en un almacén.

El Monumento a los Héroes

Actualmente, enfrente de la cripta así como en sus interiores, se encuentra una exposición que refleja la historia del origen del Protectorado de Bohemia y Moravia, la llegada de Reinhard Heydrich a Praga y las masacres cometidas en el Protectorado.

Foto: Martina Bílá
Otra parte de la exhibición muestra los preparativos del atentado al Protector, conocida como la operación Anthropoid, y el trágico destino de los paracaidistas y sus compañeros de la resistencia nacional.

Asimismo, se colocaron allí unos bustos de los mártires, aproxima Šuvarská.

“No sabemos dónde se hallan los restos mortales de los paracaidistas. No tienen una tumba y por eso después de un cierto tiempo desde que se puso aquí el Monumento, hemos considerado oportuno devolver sus rostros al lugar donde lucharon y fallecieron”.

Al acabar la Segunda Guerra Mundial, la iglesia fue devuelta a los creyentes ortodoxos, que se pusieron inmediatamente manos a la obra para renovarla.

Con motivo del tercer aniversario de la “heydrichiáda”, es decir el periodo de fuertes represalias por los nazis, se celebró en el templo la primera misa conmemorativa en honor a las víctimas de los alemanes nazis.

Después de haber sido profanada por el ataque de los nazis, la catedral fue nuevamente santificada el 5 de julio de 1947. Un año más tarde, el departamento del sacristán torturado Václav Ornest fue remodelado y convertido en una capilla en reconocimiento al obispo Gorazd.

Nuevas teorías históricas

El obispo Gorazd,  foto: Ondřej Tomšů
Recientemente, los especialistas del Instituto de Historia Militar investigaron la iglesia y encontraron lugares por los cuales los paracaidista probablemente intentaron escapar.

Durante largos años, los historiadores debatieron sobre si los paracaidistas querían o no excavar un túnel para escaparse. La investigación realizada con un georradar demostró que debajo del suelo de la cripta se hallan varios canales de desagüe que se dirigen hacia el pozo.

Esto explica por qué los nazis no lograron inundar la cripta con los paracaidistas. Al mismo tiempo, el georradar mostró que uno de los canales fue ampliado probablemente para que alguien pudiera escaparse por allí.

Otras investigaciones revelaron huellas de excavaciones cerca de una tumba subterránea. No obstante, la evaluación final de la reciente investigación está en manos de los historiadores.