Echaré de menos el contacto con el arte

David Treviño

Les ofrecemos la segunda parte de la entrevista con el pintor y escultor mexicano, David Treviño. El joven artista pasó en la República Checa casi un año, yéndose sólo por una semana a Francia.

David Treviño
Allí en Francia participaste en un festival de cultura latinoamericana. ¿También ofreciste un taller de arte?

"Sí, fue en la ciudad de Lyon. Era una semana de la cultura de Latinoamérica. Participé con una exposición invitando a los estudiantes -había unos cinco mil - a reflexionar por medio de rompecabezas y de cajas ciegas. Les dábamos unas piezas sin que las vieran, luego se las quitábamos y les pedíamos que las dibujaran. Es como ponerlos en la situación de cómo un invidente conoce el mundo. Era muy interesante porque a veces los jóvenes son medio apáticos y para mí realmente fue una sorpresa muy agradable porque hubo mucha interacción, intercambio de opiniones ... Entonces, a mí también me da mucha energía, mucha motivación para seguir adelante si sé que es bien acogido y que la gente participa. Alguien que participó allí puede ser que haga su proyecto o pueda generar desde su profesión espacios para personas con discapacidad".

Tú pasaste varios meses en Ostrava que es una ciudad industrial. ¿Es un ambiente que inspira a un artista?

"Sí, me decían ¿por qué? La tachan de contaminada, pero para mí no es así. Yo vengo de una ciudad industrial, Monterrey, entonces, a mí se me hizo muy familiar y hasta agradable. Esas fábricas que tiene, algunas están clausuradas, grandes hornos - nosotros tenemos en Monterrey una antigua fundidora - representaron para mí algo de inspiración. Pero más que inspiración, se trató de sentir el ambiente como familiar. Eso me ayudó a estar a gusto y generar un proyecto mucho más calmado. Para mí fue muy agradable estar aquí. Aparte es una ciudad muy activa culturalmente, cosa que la gente no cree".

Te matriculaste también en un curso de arte en la Universidad de Ostrava. ¿Has aprendido algo nuevo?

"Sí, claro. Lástima que no hubiera podido terminarlo ya que mi proyecto me robó mucho tiempo. Fue un curso sobre gráfica. Ostrava tiene fama de tener muy buenos grabadores, muy buenos maestros. El taller de gráfica que tiene la Universidad es realmente impresionante. De hecho voy a volver porque me quedé con el trabajo a medias. Porque ahora la prioridad es el proyecto para personas con discapacidad pero regreso en octubre para reiniciar ese taller y terminarlo en noviembre".

Nosotros preguntamos en este programa a nuestros entrevistados, a los hispanohablantes que vivieron algún tiempo o todavía viven en la República Checa, qué es lo que echan aquí más de menos de su país. Pero yo voy a preguntar ¿qué echarás de menos, de aquí, después de volver a México?

"El contacto con el arte. Por ejemplo, ahora venimos de una obra de teatro. Ver a tanta gente que está en la misma frecuencia o que realmente se entrega al arte quitando las barreras que pudiese haber crea para mí un clima muy acogedor, me siento como el pez en el agua. Aunque Monterrey es una ciudad con mucha presencia artística, pero aquí estamos hablando de teatro, de ópera, de música, es un ambiente muy enriquecedor. Y luego la gente que conocí".