Estoy grátamente sorprendida con el sistema de salud checo

Chile

Hoy conversamos con la señora Elízabeth Shánelová, chilena de orígenes checos. Elízabeth, quien recientemente fuera sometida a una delicada operación de carácter urológico, aprovecha para comentar sus experiencias con el sistema de salud en la República Checa y lo compara con el de su país, Chile.

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Elízabeth, ¿Qué sentimientos te produjo el hecho de saber que debías someterte a una delicada operación en un país ajeno, con un idioma diferente, lejos de tu familia, tus médicos, etc.?

"Sinceramente estaba aterrada. Y digo aterrada porque no me habían hablado muy bien del sistema de salud checo y especialmente de los hospitales. Pero debo decir que salí con una opinión absolutamente diferente porque considero que la atención que recibí fue increíble. Fue increíble el profesionalismo de los médicos. Además, salí bastante bien de aquella operación, lo que habla por sí solo".

¿A qué le atribuyes la mala reputación que tienen los hospitales o algunos médicos checos, especialmente según la opinión de los extranjeros?

"Personalmente no creo que se trate de la medicina o de los médicos, o de la preparación profesional de los mismos, sino más bien del sistema administrativo de los centros médicos. Creo que existe aún mucha burocracia y ello, naturalmente, asusta un poco. Pero cuando llega el momento de someterse a un tratamiento médico, uno descubre lo profesionales que son los especialistas checos".

¿Sentiste algún tipo de diferencia en el trato médico por el hecho de ser extranjera?

"Hablando por mi caso, debo decir que recibí un trato preferencial. Yo tuve mucha suerte, mis médicos siempre tuvieron mucha delicadeza a la hora de tratarme y, sobre todo, mucha comprensión porque mi nivel de checo es bajo. Hicieron todo lo que estuvo a su alcance para que comprendiera el idioma, y cuando no lo entendía, buscaban un traductor. Yo creo que ese detalle es sumamente importante para los extranjeros que debemos hospitalizarnos en este país".

¿Cómo compararías el sistema de salud de la República Checa con el de tu país, Chile?

"Es terrible tener que reconocer lo que te voy a decir. En mi país la salud es tremendamente cara y si uno no tiene el alto presupuesto que se necesita para acceder a la salud privada, hay que acudir a los hospitales públicos... que no tienen nada que ver con lo que existe acá. En la República Checa uno paga un seguro médico que es, pienso yo, accesible a todo el mundo, además de ser obligatorio, y la atención es igual que la de una clínica privada (en Chile)".

Off de récord me comentabas que adremás de los momentos difíciles previos a una operación complicada como la tuya, en la clínica atravesaste por situaciones llenas de humor.

"Así es, imagínate como todo se puede prestar para una broma, el confundir términos o palabras. Debo confesar que antes pensaba que los checos no tenían sentido del humor, pero a pesar de ser una mujer de cierta edad, tanto llos médicos jóvenes como los no tan jóvenes recurrían al coqueteo, las bromas en doble sentido. Tratando de ayudar de esa forma, viví momentos muy simpáticos... sobre todo cuando decía algo que significaba una cosa totalmente diferente. Fue muy gracioso".

Es decir, los médicos checos suelen ser muy divertidos en los momentos de mayor tensión...

(Risas) Lo que sucede es que el equipo que me tocó a mi, los de urología del hospital de Motol, estaba conformado por médicos jóvenes. Y a parte de eso, creo que estaban muy bien preparados psicológicamente para tratar con enfermos. En los momentos en que uno está más afligido, viene una broma para que uno se relaje. Por eso, a pesar de toda la tensión y el nerviosismo, viví momentos muy agradables".