De la litera al metro

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A principios del siglo 18 fue implantado en Praga el servicio público de literas. En cinco puestos esperaban a los clientes 26 literas con hombres listos para llevar al pasajero adónde desease. El servicio tenía tarifas fijas y la paga dependía de la distancia recorrida que se medía en pasos. El servicio público de literas fue el incipiente germen de los transportes urbanos en la capital checa. Les invitamos ahora a recorrer la historia de los transportes colectivos en las tierras checas, y sobre todo en Praga, la mayor urbe checa.

Desde 1789 los praguenses y los visitantes de la capital checa podían recurrir a los servicios de los primeros coches de alquiler. Las carrozas de cuatro plazas, tiradas por una pareja de caballos, estacionaban en puestos fijos y llevaban una matrícula de identificación.

En 1830 aparecieron en las calles de Praga los primeros ómnibus, vehículos para treinta pasajeros, tirados por caballos, que circulaban en líneas fijas. Este tipo de transporte colectivo duró poco tiempo en la capital checa.

Al llegar a Praga el ferrocarril, la demanda de transportes colectivos aumentó. En las calles aparecieron coches de alquiler abiertos, tirados por un caballo. No tenían la dignidad de las anteriores carrozas de cuatro plazas, pero eran muy populares por sus módicas tarifas. Prestarían servicio al público durante cierto tiempo incluso en la era del automóvil.

A mediados del siglo 19 se hizo necesario en todas las ciudades de cierta magnitud implantar líneas fijas de transportes colectivos. Dadas las posibilidades técnicas de la época, sólo un tranvía tirado por caballos sobre rieles estaba en condiciones de cubrir la creciente demanda por parte de los pasajeros.

Los tranvías tirados por caballos empezaron a circular por primera vez en 1869 en la ciudad de Brno. Praga siguió el ejemplo de la metrópoli morava seis años después.

El desarrollo de la técnica trajo a las calles una curiosidad: el tranvía a vapor. El primero empezó a circular en 1884 en Brno y posteriormente los tranvías a vapor aparecieron en las calles de los centros mineros y siderúrgicos de Moravia del Norte, las ciudades de Ostrava, Bohumín y Vítkovice. Praga apostó desde un principio por la solución técnica más avanzada: el tranvía eléctrico. La primera línea de tranvía eléctrico fue instalada en Praga por el ingeniero Frantisek Krizík en 1891.

El tranvía de Krizík transportaba a los pasajeros desde la esplandada de Letná al recinto ferial en el Coto Real, donde se celebraba la Exposición Nacional de 1891. La línea, de una sola vía, medía unos 800 metros.Krizík producía la electricidad necesaria para el tranvía en una minicentral eléctrica propia: era una barraca de madera con un dínamo accionado por una locomóvil de vapor.

Otras líneas de tranvía conducirían a los suburbios de entonces:Kosíre, Liben, Karlín, Vinohrady, Zizkov. No fue hasta 1898 que el tranvía eléctrico comenzó a reemplazar al tranvía tirado por caballos también en el centro de Praga.

La expansión del automovilismo a principios del siglo XX hizo desaparecer los coches de plaza tirados por caballos que fueron sustituidos por los taxis.

Los primeros taxis de la marca Velox aparecieron en las calles de Praga en 1907. Los producía la llamada Fábrica de Automóviles Praguense Velox, en los talleres ubicados bajo los arcos del viaducto de Karlín.

Los taxis en Praga,  1920
Los primeros autobuses públicos en todo el imperio austro-húngaro del que las tierras checas formaban parte, transportaban a partir de 1908 a los pasajeros de la ciudad de Pardubice, Bohemia Oriental, al cercano balneario de Bohdanec.

El mismo año de 1908 fue inaugurada en Praga la primera línea urbana de autobús en las tierras checas que enlazaba la Plaza Krizovnické, contigua al Puente de Carlos, con el barrio de Pohorelec, situado cerca del Castillo de Praga. La línea de autobús fue implantada para librar el Puente de Carlos de los tranvías que deterioraban sus estructuras.

Muchos pasajeros utilizaban la primera línea urbana de autobús, pero para los vehículos de entonces la subida de la empinada Calle Neruda representaba una prueba demasiado dura. Después de haberse producido un aparatoso accidente de autobús, al cabo de un año la línea fue suspendida.

Líneas regulares de autobuses empezaron a surgir en Praga a partir de 1925 principalmente en los suburbios como Pankrác, Malesice, Jinonice y Zábehlice. La expansión de los buses urbanos fue paralizada durante la Segunda Guerra Mundial por la escasez de gasolina. En aquel entonces circulaban en Praga varios autobuses que utilizaban como combustible gas ciudad, almacenado en un tanque en la parte superior del vehículo.

En 1898 el comerciante y dueño de una afamada ferretería, Ladislav Rott, trataba de convencer a los ediles praguenses de que la capital checa necesitaba un metro. Fracasó. El ayuntamiento no percibió el alcance del proyecto al que se opusieron también los representantes de la compañía de tranvías eléctricos que temían la competencia del metro.

El primer proyecto del metro praguense fue presentado en 1926 por Bohumil Belada y Vladimír List. Sin embargo, debido a la vacilación del ayuntamiento capitalino y a las vicisitudes históricas, la primera línea de subterráneo no sería inaugurada hasta el 9 de mayo de 1974.

El metro praguense reflejaba que Checoslovaquia era un satélite soviético. Aunque se habían construido trenes del fabricante nacional CKD, éstos nunca llegarían a circular en el metro de Praga. Por decisión política fue impuesta la adquisición de vagones soviéticos, pesados y obsoletos. Algunos de los trenes soviéticos continúan circulando, recordando la azarosa historia del metro de la capital checa.