Jorge de Podiebrad, impulsor medieval de la unidad europea

Jorge de Podiebrad

Les invitamos a realizar un viaje al pasado medieval de Bohemia. En la segunda parte del relato sobre el rey Jorge de Podiebrad les esperan interesantes descubrimientos.

Jorge de Podiebrad
En el siglo XV el reino de Bohemia se rebeló contra la autoridad de la Iglesia Católica. Los seguidores de las ideas del reformador religioso Juan Hus, quemado en la hoguera en 1415 como hereje, la consideraban una institución indigna, sumida en un marasmo moral.

Bajo la bandera de la reforma de la Iglesia, los checos empuñaron en 1419 las armas. En la década siguiente los seguidores de Hus, llamados husitas, derrotaron a cinco cruzadas, organizadas por el Papa.

Ya que resultó imposible devolver a los herejes checos al seno de la Iglesia Católica por la fuerza de las armas, el Papa y los cardenales optaron por las negociaciones con los husitas. En los años 30 del siglo XV el concilio de Basilea acabó por otorgar a los checos el derecho de comulgar en las dos especies y declaró el cese de las hostilidades.

Para los husitas fue una importante victoria. Comulgar con el pan y con el vino simbolizaba para ellos la igualdad de todos los hombres ante Dios. El cáliz era su emblema.

Además, el país, asolado por las guerras religiosas, ganó un período de respiro. Y con el tiempo surgió una extraordinaria personalidad que promovió la tolerancia religiosa y la recuperación económica del reino de Bohemia: Jorge de Podiebrad.

En el discurso pronunciado el 2 de marzo de 1458 después de su elección como rey checo, Jorge de Podiebrad prometió respetar tanto al bando husita como a la minoría católica.

El nuevo rey era utraquista o sea partidario de la comunión bajo las dos especies. Comprendía, sin embargo, que la estabilidad del reino dependía de la coexistencia pacífica de ambas tendencias religiosas existentes en el país: los católicos y los utraquistas. Por eso no vaciló en actuar con mano dura contra los fundamentalistas de su propio bando.

Mientras que en el reino de Bohemia subió al trono Jorge de Podiebrad, en Roma se sentó en la silla papal Pío II. Con este Sumo Pontífice la Iglesia Católica reanudó la beligerancia contra el reino de Bohemia.

El Papa empezó a cuestionar lo que la Iglesia Católica había acordado con los utraquistas checos en el concilio de Basilea. Alegaba que la Iglesia había autorizado la comunión bajo las dos especies sólo a una generación de los husitas.

El rey Jorge de Podiebrad no le hizo caso. Así entre 1458 y 1462 estalló entre Praga y Roma una virulenta guerra verbal. Todo indicaba que en un futuro próximo se convertiría en una guerra caliente.

En marzo de 1462 el Papa declaró nulos los acuerdos que permitían a los utraquistas checos comulgar bajo las dos especies. Pío II y sus cardenales exigían a Jorge de Podiebrad que prohibiera la actuación de los sacerdotes utraquistas, cancelara el rito utraquista y restituyera a la Iglesia Católica las tierras que le habían confiscado los hidalgos husitas. Eran cosas que el rey no podía hacer porque así negaría toda su política anterior.

El rey y sus asesores sabían que en caso de no someterse, vendrían duras sanciones. Jorge de Podiebrad sería excomulgado y el Papa lanzaría contra el hereje una operación de castigo de gran escala.

De cara a la inminente agresión, Jorge de Podiebrad buscó aliados. Concluyó un importante tratado de amistad con el rey de Polonia, Kazimir. Simultáneamente nacía en los despachos de los asesores del rey un plan contra el absolutismo papal.

Jorge de Podiebrad encargó a los destacados juristas Antonio Marini y Martín Mair redactar el proyecto de una organización internacional de los países cristianos que garantizara la paz en Europa y coordinara las fuerzas en la lucha contra los turcos cuyas incursiones empezaban a poner en peligro a Europa Central. Al mismo tiempo, el rey de Bohemia quería aprovechar la autoridad de la organización contra el poder ilimitado del Papa.

La organización internacional que proponía Jorge de Podiebrad, promovía la solución pacífica de los conflictos, respetándose la igualdad y la soberanía de los países miembros. Los Estados signatarios firmarían un tratado multilateral. Contra el agresor organizarían una defensa conjunta.

Los primeros ocho artículos del proyecto detallaban cómo eliminar las guerras, cómo resolver pacíficamente los conflictos entre los Estados y cómo castigar a los perturbadores de la paz.

Los artículos siguientes estipulaban la creación de una corte internacional de justicia y del Derecho internacional. Establecían, además, que los delegados de los países signatarios, provistos de plenos poderes, deliberarían en una especie de asamblea general.

Además de la asamblea general, del consejo de los monarcas y de la corte internacional de justiticia, los expertos al servicio de Jorge de Podiebrad proponían que la “Sociedad de Naciones” tuviera un aparato burocrático permanente, encabezado por un síndico, o sea secretario general.

El documento proponía financiar la organización internacional a través de las aportaciones de los países miembros. Preveía también la implantación de la moneda única europea y la regulación de la economía. En la corte de Jorge de Podiebrad nació, de hecho, la idea de la Unión Europea.

Sin embargo, por temor al Papa, ninguno de los monarcas europeos respaldó el proyecto de garantizar la paz mediante la organización propuesta por su homólogo checo. El rey Jorge de Podiebrad y sus asesores se adelantaron demasiado a su tiempo.

Jorge de Podiebrad no pudo evitar el enfrentamiento con el Papa. En 1464 Pío II hizo un llamamiento a la cristiandad que antes de lanzar un ataque contra los turcos extirpara de su cuerpo la “úlcera checa”.

Antes de poder concretar su amenaza Pío II falleció. Los ataques contra Jorge de Podiebrad quedaron temporalmente aplazados.

Entretanto empezó a levantar la cabeza la oposición católica en Bohemia, alentada por la anulación papal de la comunión bajo las dos especies.

Y tras un breve intervalo, recrudeció la ofensiva desde el exterior. El nuevo Papa Pablo II excomulgó a Jorge de Podiebrad como “incorregible hereje, perjuro y bestia humana”, como rezaba el correspondiente documento, y al mismo tiempo lo declaró destituido del trono checo.

Roma ordenó seguidamente a los súbditos de Jorge de Podiebrad que no le considerasen más como su rey y se le opusieran en todo.

La Liga de los hidalgos católicos checos declaró que tras la excomulgación de Jorge de Podiebrad el reino de Bohemia era como una viuda que podía buscarse un nuevo esposo.

Los insultos desembocaron en enfrentamientos armados entre Jorge de Podiebrad y el bando católico. El rey podía aplastar a sus adversarios, pero prefirió cerrar con ellos la tregua para poner fin a la guerra interna.

Matías Corvino
Los hidalgos católicos aprovecharon el armisticio para ofrecer la corona checa al rey de Hungría, Matías Corvino. Este monarca, atraído por la riqueza del reino de Bohemia, se lanzó a la operación bélica contra Jorge de Podiebrad con la bendición del Papa. La planificada cruzada contra el rey hereje pudo empezar.

Jorge de Podiebrad se reveló como un buen administrador de la economía de su país donde inauguró un período de inédita prosperidad, pero no era un guerrero. Su adversario Matías Corvino era a los 25 años héroe de las guerras contra los turcos. Así el ejército del rey checo al principio sólo se defendía.

El viraje se produjo en el crudo invierno de 1469. Matías Corvino penetró hasta la ciudad de Čáslav, 80 kilómetros al este de Praga. Pero debido a la falta de provisiones para las tropas y de pienso para los caballos, el rey húngaro no se atrevió a enfrentar las tropas de Jorge de Podiebrad. Prefirió retirarse.

Las huestes de Jorge de Podiebrad cerraron a su adversario en una bolsa. El rey checo podía pulverizar las tropas de su ex yerno Matías Corvino, pero aceptó la negociación.

Parece que Matías Corvino le prometió que arreglaría el conflicto con el Papa. Jorge de Podiebrad le permitió a cambio marcharse libremente con sus tropas. El rey checo actuó una vez más como un hombre generoso. Pero Matías Corvino le traicionó. En mayo de 1469 se dejó coronar por la nobleza católica checa como rey de Bohemia.

Jorge de Podiebrad no lo reconoció. La guerra entre él y Matías Corvino volvió a encenderse. En 1470 el rey checo necesitaba sólo un poco de tiempo para derrotar a Corvino.

El destino no se lo concedió. Gravemente enfermo, Jorge de Podiebrad falleció el 22 de marzo de 1471, a la edad de 51 años.

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