Actividades de los Clubes para Jubilados

Uno de cada cinco ciudadanos de la República Checa es mayor de sesenta años. La población checa envejece y los demógrafos calculan que en el año 2030 el 30 por ciento de los habitantes del país tendrán más de 60 años de edad. A modo de comparación, a mediados del siglo pasado, esa edad la tenía sólo el 13 por ciento de los ciudadanos de este país. En vista de la nueva situación, la sociedad checa se ve en la necesidad de ir adoptando medidas para facilitar a los mayores de edad una participación más activa en la vida política, económica y social. Es frecuente que las personas mayores suelan aburrirse cuando se jubilan, por lo que buscan trabajo o alguna distracción.

En A Toda Marcha conversamos con Marta, de la ciudad morava de Príbor. Después de jubilarse, siguió trabajando algunos años en una fábrica, ya que sus familiares viven lejos y ella sola se aburría en casa. Actualmente ya no trabaja, tiene más de 70 años de edad. De vez en cuando Marta cuida a sus nietos y para no estar sola el tiempo restante, decidió frecuentar un Club para Jubilados. Estos establecimientos son administrados por las alcaldías y también suelen ser creados por las grandes empresas.

"Nuestro club funciona durante toda la semana, así que podemos acudir al mismo cuando se nos ocurra. Tenemos 250 miembros aproximadamente. Yo asisto al club dos y hasta tres veces a la semana y estoy contenta de poder juntarme con personas de mi edad que tienen intereses similares. Conversamos, tomamos café y también participamos en diversas actividades. Podemos frecuentar por ejemplo, círculos de costura, de cocina o de ajedrez".

Marta sostuvo que los encuentros en el Club para Jubilados enriquecen su vida y le permiten estar en contacto permanente con sus coetáneos.

"Uno no se siente tan solo. Cuando a veces estoy triste, me dirijo al club y estoy segura de que allí me distraeré en compañía de mis amigos. Compartimos juntos nuestras tristezas así como nuestras alegrías. Cuando uno llega a cierta edad es muy importante eso de tener con quien compartir".

¿O sea que el Club puede sustituir de cierta manera a la familia?

"A alguien seguro, más si sus familiares viven lejos y esa persona está casi siempre sola. En tales casos, los miembros del Club para Jubilados somos para esa persona como una nueva familia. Una familia en cuya ayuda y apoyo siempre se puede confiar".

En cuanto al financiamiento de semejantes clubes, la señora Marta señaló que el funcionamiento de los mismos depende en parte de recursos proporcionados por la alcaldía y que también cada miembro del club paga una cierta contribución. Los recursos reunidos permiten que las actividades del Club para Jubilados sean más amplias.

"Con frecuencia visitamos representaciones teatrales en la cercana ciudad de Ostrava, también se organizan excursiones a centros turísticos en la República Checa y en el extranjero. Todo depende del interés de los miembros de nuestro centro y ese realmente nunca falta. Lo cierto es que casi no tenemos tiempo para aburrirnos".

En esta A Toda Marcha conversamos con Marta de la ciudad morava de Príbor, Moravia del Norte, sobre las actividades de un Club para Jubilados.

Y ¿cuál es su experiencia, amigos?