Dime qué comes y te diré de donde eres

Jan Michálek

Dime qué comes y te diré de donde eres. Para los jurados de concursos gastronómicos internacionales, resulta cada vez más difícil encontrar la solución a esta adivinanza. Un concurso así suele celebrarse en Singapur. El equipo de cocineros checos fue premiado este año con una medalla de plata. Del concurso y de la cocina en general conversaremos en esta A toda marcha con el manager del equipo, Jan Michálek.

A las nueve de la mañana se reunieron en la cocina del hotel Asia, en la capital de Singapur, ocho equipos de cocineros de todo el mundo. La tarea consistía en preparar, en 24 horas, una mesa fría para 30 personas, explicó Jan Michálek.

"Los miembros de nuestro equipo, cuatro cocineros y un pastelero, debían preparar dos platos de carne, dos platos de pescado, seis tipos de tapas, una sopa fría, tres ensaladas, tres entradas, seis pasteles, dos tartas y cinco tipos de pan".

¿Los alimentos necesarios se los llevaron consigo a Singapur de la República Checa?

"No, porque somos un grupo de voluntarios, y no disponemos de recursos para poder pagar el transporte. Antes del concurso confeccionamos una lista de alimentos y se la mandamos al jefe de cocina del hotel en Singapur. Él se encargó de conseguirlos, y nos recomendó lo que haría falta sustituir".

"En Singapur el cocinero es considerado casi un dios. Es un país en el que el 80 por ciento de la gente vive con y para la comida. La gente estima su profesión", alabó Jan Michálek. ¿Cómo fue en su caso? ¿Quería ser cocinero desde pequeño?

"Yo quería ser carnicero, pero luego mi padre me explicó qué cosas sádicas ocurrían al ganado en el matadero, convenciéndome para que me hiciera cocinero. Y no me arrepiento".

¿Y qué es lo que le gusta más en la profesión de cocinero? "Que puedo comer durante todo el día", se rió Jan Michálek.

"Uno recibe un trozo de carne, verdura, fruta, o cualquier cosa, y ahora depende sólo de Uds. lo que surge de ello. Luego me gusta cuando el plato apetece a los comensales. Desgraciadamente, los checos no están acostumbrados a gastar elogios. Uno puede hacer lo mejor, pero muchas veces no llega a saber si la receta tiene éxito. Estamos acostumbrados a buscar desperfectos y a criticar".

Jan Michálek admitió que, aparte de carne argentina, no ha probado mucho de la cocina latinoamericana o española.

"Aunque hay bastantes restaurantes españoles o argentinos en la República Checa, lo mejor es probar el plato en el país de donde proviene. La preparación de la comida tiene su filosofía, y yo, como checo, no puedo preparar un plato realmente argentino o español. Puedo hacer sólo algo al estilo argentino o español. Pero, me gusta mucho la paella, y también la témpura. Todos dicen que es un plato típico japonés, pero lo trajeron los marineros portugueses".

Y antes de despedirnos, ¿podría recomendar a nuestros oyentes una receta simple?

"Cocinen fideos y calienten al vapor zanahoria cortada a tiras. Mezclen los fideos con la verdura sazonando con sal, condimentos aromáticos o hierbas. Al otro lado del plato pongan pierna o pechuga del pollo asada. Y luego la salsa - tuesten hígado de pluma, cerdo o ternera cortado en cuadros con cebolla, champiñones y tocino. Luego agreguen la grasa derretida de pollo, rocíen la salsa sobre la carne, adornen el plato con ensalada o hierbas frescas y ya pueden servirlo".

Ya se me hace la boca agua. ¿Y a Uds., amigos?