¿Vacunar o no vacunar a niños?

¿Vacunar o no vacunar a los niños?, es la pregunta que se ha convertido recientemente en tema de una ardua discusión entre los médicos checos. Ésta surgió a raíz de una petición que exige que se suprima la vacunación obligatoria. Mientras que los detractores denuncian que la vacunación obligatoria contradice el Convenio sobre los Derechos Humanos y advierte sobre sus efectos secundarios, los defensores insisten en que juega un papel insustituible en la lucha contra las enfermedades infecciosas. Pero, ¿qué opinan los padres checos?

Iva tiene cinco hijos, el mayor, de trece años, fue vacunado contra todas las enfermedades contra las que se vacuna, los demás, solamente contra el tétano.

"Mi hijo mayor, cuando tenía un año y medio, recibió la cuarta vacuna a la que tuvo una reacción exagerada. Por ello empecé a buscar información sobre los riesgos y las ventajas de la vacunación. Vivimos entonces en Estados Unidos y nos pusimos en contacto con un médico que experimentó con la medicina china, quien nos explicó que no siempre la vacunación es la forma más adecuada del tratamiento".

Iva rechaza la obligatoriedad de la vacunación, subrayando que corresponde a los padres decidir cuándo y contra qué enfermedades vacunar a sus hijos. El derecho absoluto de los padres en este terreno lo defiende también Michaela, madre de cuatro hijos.

"La vacunación está acompañada por un gran número de riesgos de los que no se habla en este país, a diferencia de otros países europeos. Se trata de efectos secundarios, pero también del hecho de que su eficacia se atenúa con el paso del tiempo. Los médicos checos saben muy bien que, por ejemplo, los menores de dos años que sufren alergia no deberían vacunarse, pero no conozco en mi entorno ni a un caso del bebé alérgico al que su médico le hubiera postergado la fecha de vacunación".

Al contrario, Michaela conoce a los padres cuyo niño, tras tener una reacción exagerada a la vacunación, contrajo polio y hoy en día está paralizado. Cuando más tarde éstos padres consultaron al experto, les dijo que, tomando en cuenta la anamnesis familiar, su médico de cabecera no debía vacunarle.

Por su parte, Ivana expresa que sería un crimen no dejar vacunar a su hija, exponiéndola al riesgo de contraer una enfermedad contra la que hay vacunas.

"Estoy convencida de que con la vacunación protegemos a nuestros hijos. Confío plenamente a los médicos con los que tengo muy buenas experiencias, y pienso que ellos, y no los padres, deberían tener la última palabra. Los detractores pueden proclamar que rechazan vacunar a sus hijos, pero opino que en el momento cuando su hijo se enferma, serán los primeros en suplicar al médico que le salve".

El 98 por ciento de la población checa es vacunada. La vacunación obligatoria salva las vidas de más de 500 niños al año e impide que otras cien mil personas se enfermen. Los médicos subrayan que los niños no vacunados pueden contagiar incluso a los que se han dejado vacunar. Advierten además que la supresión de la vacunación obligatoria en varios países europeos provocó un brusco aumento de enfermedades contagiosas.

Y ustedes, estimados oyentes, ¿qué opinan al respecto?