Ostrava escuchó la gaita tocando salsa

Foto: www.colours.cz

El grupo escocés Salsa Céltica ha hecho bailar este verano al público del festival de música étnica Colours of Ostrava y del festival Vacaciones de Folk de Námest nad Oslavou. Los checos, fervientes enamorados de la salsa, aceptaron con entusiasmo esta fusión de ritmos cubanos y celtas que toca esta banda.

Una piedra preciosa musical remojada con whisky escocés y ron cubano. Así caracterizan los críticos la música de Salsa Céltica. El fundador de la banda, el trompetista Tobby Shippey, sostiene que escuchaba funk, hip hop y Joan Báez cuando en un club latino de Edimburgo escuchó por primera vez la salsa. Los salseros Ray Barreto, Tito Puente y Charly Palmieri le encantaron tanto que le entraron ganas de probar tocar esta música. Así nació en 1995 el grupo Salsa Céltica.

"En los 50 el rock and roll fue una de las fuerzas musicales que se apoderaron de todo el mundo, llegó a la República Checa, Alemania, China, África, y yo creo que la salsa es igual de poderosa que el rock and roll. Salió de Nueva York y América Latina a todo el mundo. Llegó a Escocia, nosotros la escuchamos y nos dijimos si la gente en América Latina pudo tocar rock and roll por qué no podríamos tocar nosotros la salsa. Para mí es mejor que el rock and roll".

El cantante del grupo Salsa Céltica, Lino Rocha, es de Venezuela. Vivió muchos años en Londres, luego decidió trasladarse a Escocia y allí se encontró con Toby quien le invitó a integrar la banda.

"Conocí a Toby y a la banda. Me preguntó si quería cantar música salsa pero con un estilo céltico. Y le dije bueno, pues, vamos a probarlo, a ver qué pasa. Y me he quedado con ellos porque es una mezcla increíble. Solamente oyendo la música céltica, sin salsa, a mí me ha transportado a un pasado, me ha dado una pasión increíble y una inspiración para hacer más cosas. Por eso me encanta la mezcla de la música céltica con la salsa".

El número de los integrantes de la banda oscila entre nueve y once. A Ostrava llegó una formación de diez músicos. ¿Es obligatorio para ellos aprender a bailar salsa?

"No, claro que no. Lo que pasa es que a mí me gusta ver a la gente de la banda bailar. Yo le trato de enseñar a la banda bailar pero ellos están mucho en su trabajo de cómo hacer su música por eso se olvidan de cómo bailar, entonces, tengo que hacerlo yo".

A pesar de que los músicos son de diferentes nacionalidades y cada uno tiene su estilo de tocar, no es difícil compaginarlo todo en el escenario, dice Lino Rocha.

"Cada uno hace su cosa. Tenemos gente de Irlanda, de Inglaterra, de Escocia, de Venezuela, de Cuba, de Australia. Con tal que sientan lo que están tocando, para mí es lo mejor que hay, que sientan su pasión. No tienen que saber bailar la salsa, solamente sentirla para que el público la sienta también. Eso es lo más importante".

La mezcla de la salsa y la música céltica puede resultar, para algunos, inaceptable, pero los latinoamericanos no lo ven así. Salsa Céltica se convenció de ello hace unos tres años al ofrecer un concierto en Lincoln Centre de Nueva York. Las reacciones del público sorprendieron a los músicos muy positivamente. Muy a menudo Salsa Céltica recibe e-mails de la gente desde México hasta Venezuela y Colombia que le pide tocar en su boda.

"Es un poco cómico porque el público que es latinoamericano nos escucha y dice ´es que no entiendo la mezcla entre la salsa y la música céltica, pero hay un feeling increíblemente fuerte, que no lo puedo imaginar, no lo puedo entender, pero que me pone el cuerpo así´. Entonces, es una cosa que no se puede decir, se puede sentir, nada más".

Al terminar nuestra conversación con Lino Rocha le preguntamos si prefiere el whisky o el mojito.

"La verdad es que a mí no me gusta el whisky mucho pero me gusta el ron. De vez en cuando tomo un poquito de whisky, pero del mejor. No es que me guste mucho. Pero me gusta el ron. En Venezuela tenemos muy buen ron, como en Cuba, en Colombia, pues, me quedo con el ron".

www.colours.cz

palabra clave:
audio