A finales de año se abre El Camino de los Belenes

Foto: Spolek přátel betlémů v Třešti

Uno de los tradicionales atractivos de las Fiestas de la Navidad y final de año en Chequia es el llamado Camino de los Belenes en la localidad de Třešť, en la región de Vysočina. En este lugar viven muchos tallistas de pesebres que una vez al año comparten su afición con el público. La tradición se hereda de generación en generación.

Foto: Spolek přátel betlémů v Třešti
Unos 15 hogares en Třešť se abrieron el 25 de diciembre al amplio público para dar a conocer a los visitantes sus pesebres, hechos de madera por las propias familias. Los belenes se exponen en las salas de estar, cocinas u otro lugar, y a veces ocupan toda una habitación. Es por ello que se enseñan sólo una vez al año y cada año además, sus dueños llegan a tallar unas cuantas figuras nuevas. Los turistas que llegan a Třešť a estas alturas del año pueden visitar así varios hogares y comparar las creaciones de los tallistas. A este recorrido se le conoce como El Camino de los Belenes.

Uno de los más grandes pesebres de Třešť es el de la familia Havlík, que conserva esta tradición desde hace 110 años. Su belén contiene unas 500 figuras. La tarea de tallar figuras nuevas cada año la asumió hace poco Hana Havlíková, actualmente de 16 años de edad.

”Las figuras más recientes que he tallado y que incorporé este año en el nacimiento iniciado por mis antepasados, son la figura de un oso, dos perros y una anciana”.

Třešť,  foto: Fojsinek,  CC BY-SA 3.0 Unported
El pesebre de los Havlík es parcialmente mecánico y contiene una pequeña laguna, en cuyas aguas nadan peces vivos. La costumbre de tallar nacimientos familiares se extendió en Třešť en el siglo XIX y todavía en los años 60 del siglo XX se sumaban al Camino de los Belenes y abrían sus hogares a los visitantes unas 40 familias locales.

Jan Bukvaj es uno de los tallistas de pesebres más experimentado de Třešť y durante ‘los días de puertas abiertas’, además de exponer su nacimiento, muestra a los visitantes cómo se tallan las figuras.

”Yo acostumbro tallar en dirección opuesta que la mayoría de los tallistas, o sea en dirección hacia mí mismo. Cada año suelo hacer una cuarta parte del belén con figuras nuevas. Además, el musgo y las flores que decoran el nacimiento no son artificiales, por lo que hay que controlarlas para que estén frescas”.

Foto: Spolek přátel betlémů v Třešti
Para poder tallar las nuevas figuras para los belenes, los tallistas deben preocuparse ya en verano. Salir al bosque, buscar la madera apropiada, dejarla secar bien hasta el otoño y luego trabajarla. El resultado es impresionante. Junto con la Sagrada Familia, los nacimientos contienen figuras de la historia checa como reyes, presidentes y otros políticos, o de los vecinos del lugar. Muchos reflejan las típicas viviendas y la naturaleza de Chequia, así como diversos palacios y castillos del país.

El día de los Reyes Magos en los pesebres se sitúan las figuras de éstos, que traen regalos al niño Jesús y vienen acompañados de un cortejo en el que hay también varios animales, como un elefante y un camello.

El Camino de los Belenes en Třešť suele estar abierto al público hasta el 2 de febrero, y cada año es visitado por unas 2.500 personas. Además de checos llegan al lugar muchos turistas del extranjero.

Desde el año 2008 el Camino de los Belenes conduce desde Třešť hasta Praga. Varios tallistas de la región de Vysočina vienen a la capital durante las Fiestas de la Navidad y de Año Nuevo, y enseñan sus pesebres al público en la torre Jindřišská, situada muy cerca de la céntrica Plaza Venceslao.

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