El Gobierno checo estudia la posibilidad de ayudar a los pequeños empresarios en las zonas rurales por medio de la concesión de créditos ventajosos. El proyecto persigue ampliar las oportunidades laborales de esas zonas y prevenir que el campo checo quede despoblado.
Foto ilustrativa: Denisa Tomanová
En los últimos decenios cada vez más habitantes del campo abandonan las
zonas rurales y se marchan a las ciudades. La mayoría toma esa decisión
en busca de mejores posibilidades laborales. A iniciativa de la Asociación
de la Pequeña y Mediana Empresa, el Gobierno checo prepara un proyecto a
fin de mejorar la situación laboral en las zonas rurales. Este supone la
concesión de una ayuda financiera a los pequeños empresarios, por ejemplo
en forma de créditos con bajos intereses, según sostuvo para la
Televisión Checa el ministro de Agricultura, Marián Jurečka.
Marian Jurečka, foto: ČT
”Considero que podríamos incluir en este programa a los pueblos más
pequeños, de unos 500 habitantes como máximo. La ayuda financiera del
presupuesto nacional a los empresarios locales podría ser de entre 37 y 74
millones de euros”.
Programas semejantes de ayuda se aplican para los agricultores y los productores de alimentos en zonas rurales. Ahora podrían ayudar a unos 2.000 pequeños empresarios en el campo checo y prevenir que esas zonas queden despobladas, como recalca Karel Havlíček, director de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa.
”Lo cierto es que algunos instrumentos financieros en forma de garantía o garantía aventajada, así como eventualmente subvenciones a determinados créditos, son medidas que serían muy bien recibidas por los empresarios de pueblos pequeños y zonas rurales en general”.
Karel Havlíček, foto: ČT
Entre otros instrumentos y medidas que podrían ser aprovechadas para
impulsar el desarrollo de la pequeña empresa, podría figurar el
aplazamiento en un año del inicio del pago del crédito, el otorgamiento
de garantía a los préstamos por parte de los bancos comerciales, así
como un descuento temporal en el pago del seguro social obligatorio.
A los agricultores y productores de alimentos el Estado checo les otorgó el año pasado unos 55 millones de euros por medio de programas de ayuda semejantes.