Aumenta número de niños que huyen de sus hogares

foto: Elena Horalkova

Más de 20 niños escapan diariamente de su hogar o de un hogar infantil en la República Checa. Por lo general, policía les encuentra, no obstante, algunos niños desaparecen para siempre.

foto: Elena Horalkova
Más de 300 niños desaparecieron en los últimos 10 años en la República Checa. Ello se desprende de las estadísticas del Ministerio del Interior. Según el Comité Europeo "Daphne", que monitorea el número de niños desaparecidos en la Unión Europea, una situación similar existe también en otros países del Viejo Continente.

"Antes de febrero tendremos a disposición datos sobre los niños desaparecidos de todos los países comunitarios. Posteriormente crearemos una base de datos central que no existe en la actualidad", señaló el juez del Tribunal Supremo checo, Zdenek Sovák, que participa en las actividades del Comité.

En la República Checa la mayoría de los niños, unos cuatro mil, escapa de los hogares infantiles y reformatorios.

Los pedagogos sostienen que en cuanto a las huidas no pueden hacer casi nada. La legislación checa supone que cada pedagogo debería cuidar a seis niños, no obstante, en la práctica muchas veces ese número es el doble. Los directivos de los institutos dicen que no disponen de recursos financieros para emplear a más pedagogos.

Escudo de la fundación 'Nuestros Hijos'
Huir de un reformatorio u hogar infantil es fácil, según dicen los niños que viven en esos institutos, pero ¿qué puede hacer un adolescente sin documentos después? "Si se duerme debajo de un puente y no se tiene nada para comer, tienden a robar o a prostituirse", advirtió la directora de la fundación Nuestros Hijos, Zuzana Baudysová, a la vez que agregó que el Estado no combate ese problema de manera eficiente, la policía checa, por ejemplo, no dispone de un registro central sobre los menores de edad desaparecidos durante mucho tiempo.

La fundación creó en septiembre una línea telefónica a la que los niños que huyen pueden dejar un mensaje anunciando que están vivos o consultar sus problemas con un psicólogo infantil.